No, no hablo del ambiente social o político, hablo literalmente del medio ambiente, no sé si ustedes se han puesto a pensar en los impactos ambientales que nos dejan las campañas electorales. En teoría los candidatos sí, porque todos en sus planes han incluido lo que harían con la gestión ambiental y lo han mencionado en sus discursos al menos una vez. Ahora una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace, y en cuánto a las campañas, lo que demostraron no es que sean tan amigables y sostenibles, les cuento un poco más.

Las campañas electorales han sido contaminantes a lo largo de los años y si no nos hemos dado cuenta es, porque casi estamos acostumbrados a ellas. Las campañas generan un sinnúmero de impactos ambientales y no solo se limitan al uso de papel o propaganda impresa, que estoy segura es lo primero en lo que pensaron al leerme. Por ejemplo, ¿sabían que la contaminación visual es un impacto ambiental?, solo basta con ver los postes llenos de panfletos, las paredes pintadas con colores y palabras no tan dulces (creo que hay más insultos que otras cosas), y que no es de la última campaña, son desechos de muchas anteriores.

Otro impacto, quizá el más tangible es la generación de desechos, volantes, material de difusión impreso, regalitos plásticos inservibles, gorras, camisetas que pocos usan y que van directamente a la basura.

¡Ah y no se olviden del ruido de los eventos y del griterío con megáfonos (que cae muy mal, no sé porque creen que con eso ganan votos)! Por último la emisión de CO2 por las caravanas de motos y autos.

Y una vez que finaliza la campaña, ¿cómo demuestran su compromiso con el ambiente? ¿Cuántas veces vieron que se retire el material de la campaña? Creo que en las anteriores elecciones uno o dos partidos retiraron su material e hicieron algo, pero fue a nivel nacional como se ofreció. En este punto, aunque creo que a menor Estado más eficiencia y libertad, también conozco a mi gente y a veces solo con regulaciones, multas o sanciones hacen acciones. Quizá sea hora de pensar en la responsabilidad de los partidos en temas ambientales durante la campaña.