Aunque muchos evitan el desayuno por falta de tiempo o apetito, los expertos advierten que esta omisión puede tener consecuencias a largo plazo en nuestra salud. Según la nutricionista registrada Lindsay Malone, un desayuno equilibrado es clave para estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, dar energía y prevenir el exceso de comida durante el día.
“Un desayuno adecuado evita que tu cuerpo recupere las calorías perdidas más tarde, lo que puede contribuir al aumento de peso y afectar la calidad del sueño”, explicó Malone.
Aunque algunas personas se sienten bien sin desayunar, los nutricionistas aseguran que el cuerpo puede dejar de enviar señales de hambre si este hábito se repite con frecuencia.
Un desayuno para adaptarse
La nutricionista Ivory Loh sugiere que las personas que solo toman café en la mañana y no desayunan, intenten incorporar algo sólido por tres semanas para acostumbrar a su cuerpo. Aunque el café puede reducir el apetito temporalmente, no es una solución a largo plazo, ya que puede dejarte con hambre más tarde, impulsándote a consumir alimentos poco saludables.
Flexibilidad y opciones
Lo bueno es que no tienes que seguir opciones tradicionales como cereales o huevos. Puedes optar por un batido, un sándwich o incluso los restos de la cena. “Es cualquier alimento que quieras comer para empezar el día”, dijo Loh. Además, si practicas el ayuno intermitente, es importante hacerlo con precaución y consultar a un profesional de la salud para ajustar el plan según tus necesidades.
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