Las operaciones de rescate continúan en el río Potomac tras la colisión de un avión de pasajeros de American Airlines con un helicóptero Black Hawk del Ejército de EE. UU. el miércoles por la noche. Hasta el momento, las autoridades no han emitido un reporte oficial de víctimas, pero CBS News informa que al menos 19 cuerpos han sido recuperados.

El accidente ocurrió cerca del Aeropuerto Nacional Reagan, donde los vuelos fueron suspendidos temporalmente. A bordo del avión viajaban 64 personas, entre ellas 60 pasajeros y cuatro tripulantes, mientras que el helicóptero transportaba a tres soldados en un vuelo de entrenamiento.

Las causas de la colisión aún no han sido determinadas, pero la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ya ha iniciado una investigación. Mientras tanto, alrededor de 300 socorristas trabajan en condiciones extremas para recuperar a las víctimas y buscar posibles sobrevivientes en el río, cuya profundidad promedio es de 7,3 metros.

El jefe de bomberos de Washington, John Donnelly, destacó la dificultad de la operación debido a las bajas temperaturas y la poca visibilidad en el agua. “Es un escenario complejo, con condiciones muy adversas para los equipos de rescate”, afirmó.

Impacto y reacciones

El presidente Donald Trump calificó la tragedia como una “mala situación que debería haberse prevenido”, cuestionando las acciones de la torre de control y los pilotos involucrados.

Mientras tanto, los familiares de los pasajeros han sido trasladados a un área especial en el aeropuerto, donde reciben información sobre el siniestro. American Airlines habilitó una línea de emergencia para atender a quienes puedan tener seres queridos en el vuelo 5342.

Entre los pasajeros, se ha confirmado la presencia de patinadores artísticos rusos Yevgenia Shishkova y Vadim Naumov, campeones mundiales de 1994.

Antecedentes de accidentes aéreos en EE. UU.

Este es el primer accidente fatal de un avión de pasajeros en EE. UU. desde 2009, cuando un vuelo de Colgan Air se estrelló en Nueva York, causando 50 muertes. American Airlines no había sufrido un siniestro grave desde 2001, cuando el vuelo 587 cayó en Queens, Nueva York, con un saldo de 265 fallecidos.

El Potomac ya ha sido escenario de tragedias aéreas en el pasado. En 1982, el vuelo 90 de Air Florida se estrelló contra un puente en Washington, dejando 74 muertos y solo cinco sobrevivientes.

Las investigaciones continúan mientras el país sigue de cerca las labores de rescate y busca respuestas sobre las causas de esta nueva tragedia aérea.