En entrevista con Ecuavisa, Joaquín Hernández, internacionalista y rector de la Universidad Ecotec, analizó las tensiones recientes entre Colombia y Estados Unidos a raíz del discurso del presidente Gustavo Petro sobre las deportaciones de colombianos. Según Hernández, esta situación revela problemas de fondo en la visión política de la izquierda en América Latina y sus consecuencias para la relación con socios estratégicos como Estados Unidos.

Hernández señaló que la crisis podría resumirse con el título del libro “Delirio Americano” del escritor colombiano Carlos Granés, que hace referencia a una retórica anclada en los años 60, impermeable a las realidades económicas y políticas contemporáneas. “Ese lenguaje heroico de los años 60 y 70, que cree en sueños, lo único que hace en la práctica es terminar en tiranías”, afirmó el internacionalista.

El experto cuestionó la postura del presidente Petro, quien, a su criterio, arriesgó las relaciones bilaterales con Estados Unidos al priorizar una ideología dogmática sobre la realidad. Hernández destacó que la respuesta colombiana, desde sectores económicos, políticos y sociales, fue clave para evitar mayores daños: “Expresidentes, gobernadores y alcaldes mostraron una reacción unificada para salvar la situación, incluso cuando Petro generó tensiones innecesarias”.

La crisis migratoria y su trasfondo
Hernández también abordó las implicaciones de la migración y el impacto de las políticas actuales en Colombia. Señaló que el gobierno de Petro ha disminuido significativamente las metas de erradicación de cultivos ilícitos, lo que podría conducir a que el país sea “descertificado” por Estados Unidos, perdiendo fondos y apoyo internacional. Esto, unido al riesgo de aranceles y el debilitamiento de la relación bilateral, pone en peligro la estabilidad económica y política del país.

“El problema no es la lucha por la dignidad de los colombianos, sino cómo se plantea. No tiene sentido enfrentarse al principal socio comercial de Colombia con discursos que ignoran las consecuencias económicas y sociales”, puntualizó.

¿El final de un modelo ideológico?
Hernández argumentó que la izquierda dogmática en América Latina está en declive, señalando que regímenes como los de Venezuela, Nicaragua y Cuba han llevado a sus países a crisis humanitarias y económicas. Según el académico, “estamos asistiendo al final de un delirio americano, una izquierda que no ha hecho un acto de culpa ni ha comprendido que las condiciones del mundo han cambiado”.

Para el rector de la Universidad Ecotec, la crisis actual debe servir como una lección para América Latina sobre la necesidad de reflexionar profundamente sobre los problemas estructurales que obligan a miles de personas a migrar, y la importancia de un liderazgo político con visión realista y estratégica.

Finalmente, Hernández hizo un llamado a que los países de la región trabajen en conjunto para enfrentar los desafíos de la inmigración y construir políticas más sostenibles: “El futuro debe ser de unidad, realismo y soluciones prácticas, no de discursos caducos que solo generan más problemas”.