La clase vulnerable en Ecuador: entre la pobreza y la clase media

Ene 27, 2025

En Ecuador, hay un grupo de personas que vive en una especie de limbo económico: no son pobres, pero tampoco logran llegar a la clase media. Se trata de la llamada clase vulnerable, un segmento conformado por quienes ganan entre $3 y $14 al día. Este grupo, que representa a 3,6 millones de ecuatorianos, está especialmente expuesto a los vaivenes de la economía.

Según el Banco Mundial, se considera clase media a quienes perciben entre $14 y $81 diarios, es decir, entre $420 y $2.430 al mes. Por otro lado, el INEC clasifica como pobres a quienes ganan menos de $3,05 al día y como pobres extremos a quienes tienen ingresos menores a $1,72 diarios.

La clase vulnerable queda en medio de estos rangos, caracterizada por una situación económica frágil que puede cambiar rápidamente ante eventos externos, como una crisis sanitaria o un aumento en los precios del petróleo.

La vida en la clase vulnerable: el caso de la familia Morales

Para ilustrar las condiciones de este grupo, tomemos como ejemplo a la familia de María Morales. Ella vive con su esposo Jorge y sus dos hijos en un barrio de Guayaquil. Su ingreso familiar promedio es de $30 diarios, es decir, $7,5 por persona.

María trabaja en el comercio informal, vendiendo frutas y verduras, con ingresos diarios fluctuantes. Jorge, por su parte, es ayudante de construcción, un trabajo esporádico que no garantiza estabilidad económica.

Los problemas que enfrenta la familia reflejan las principales dificultades de la clase vulnerable:

  1. Altamente expuestos a crisis económicas: Durante la pandemia, María perdió sus ingresos debido al cierre del mercado, mientras que Jorge quedó sin empleo por la paralización de obras. Esto los dejó al borde de la pobreza extrema.
  2. Acceso limitado a servicios básicos: Aunque cuentan con electricidad y agua potable, carecen de internet en casa, lo que dificultó la educación de sus hijos durante la pandemia.
  3. Ausencia de ahorros y crédito formal: Sin ingresos estables, la familia no puede ahorrar y debe recurrir a préstamos informales con altos intereses en casos de emergencia.
  4. Posibilidades de ascenso o descenso social: Cualquier mejora económica, como la estabilidad laboral de Jorge durante un boom petrolero en 2012, puede ser temporal. Una caída en la actividad económica puede devolverlos rápidamente a la pobreza.
  5. Falta de cobertura social: Como trabajadores informales, María y Jorge no cuentan con seguridad social, lo que los hace vulnerables ante gastos imprevistos.

¿Un paso hacia la clase media?

La posibilidad de que los vulnerables asciendan a la clase media depende en gran medida de factores externos, como el aumento en las exportaciones de materias primas. Según la economista Carla Romero, el crecimiento de la clase media en Ecuador ha estado históricamente vinculado a los booms petroleros y otros períodos de bonanza económica, como los registrados entre 2005 y 2013.

Sin embargo, Romero advierte que esta situación es insostenible: “No hemos logrado construir economías productivas y diversificadas que permitan un crecimiento estable. Esto significa que muchas familias que ascienden a la clase media siguen viviendo en la precariedad y pueden retroceder ante cualquier crisis”.

En este contexto, la clase media también es diversa y desigual. Incluye tanto a quienes apenas logran pagar sus gastos mensuales como a quienes están cerca de alcanzar la clase alta. Este panorama refleja la falta de políticas que consoliden el progreso económico de las familias ecuatorianas y reduzcan la dependencia del país a los ciclos económicos globales.



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