En enero se renueva el interés por el potencial hidrocarburífero del golfo de Guayaquil.
La empresa de servicios geofísicos Geoexpro, como resultado de sus investigaciones, concluye que la próxima fiebre petrolera en el Pacífico será en el golfo. Las arenas gruesas depositadas por el río Guayas y las grandes estructuras que se detectan “indican tanto una excelente perspectiva como una densidad de recursos. Estas estructuras podrían ser tan prolíficas que no hay muchas regiones inexploradas de la Tierra que tengan este potencial donde el sistema de hidrocarburos ya esté probado”.
El golfo se extiende hacia el sur cruzando la frontera marítima con Perú. Un consorcio internacional anunció que el campo Piedra Redonda costa afuera tiene entre 1 billón y 2,65 billones de pies cúbicos (TCF) de gas (el pueblo de Piedra Redonda queda entre Tumbes y Máncora), lo que lo pone en la misma categoría de su vecino, el campo Amistad.
El miércoles en Quito las autoridades petroleras expusieron a inversionistas petroleros un plan muy ambicioso para el próximo cuatrienio. Dos de los proyectos más próximos a iniciarse son: 1) La concesión para el mantenimiento y más completo desarrollo del campo Amistad y todo el bloque 6, que va hasta la frontera con el Perú e incluye una pequeña parte de Puná; 2) Ocho bloques costa afuera desde Esmeraldas hasta El Oro y también costa adentro en Santa Elena.
El concurso para el bloque 6 se convocaría estos días bajo la modalidad de contrato de participación, en el que Estado y contratista se reparten la producción de hidrocarburos. Las ofertas deben presentarse hasta marzo 30, la adjudicación en septiembre.
Las láminas presentadas en el evento, a las que tuve acceso, sugieren que el objetivo es recuperar la producción de Amistad (hoy 20 millones de pies cúbicos diarios MMPCD) y así volver a llenar el gasoducto que conecta Amistad con TermoMachala (94 MMPCD). Ojalá me equivoque. No cabe restringir la actividad del bloque 6 a recuperar la producción que tenía en 2010, antes de que el correato saque a la contratista EDC y se desplome la producción. Es posible que haya más gas a juzgar por el hallazgo en Tumbes y también petróleo, como sugiere Geoexpro.
Las autoridades deben estar vigilantes de que el concurso sea exitoso. Hay funcionarios en Petroecuador que quieren que la empresa estatal asuma el proyecto y sabotean los concursos. Ya lo hicieron con el que dispuso Guillermo Lasso, en que estipularon condiciones que tornaban no rentable la inversión de riesgo. Hay que asegurarse de que las bases del concurso estén bien armadas, que no se descalifiquen ofertantes por nimiedades, que no se cometan errores que nulifiquen el concurso, que no se incumpla con los plazos. Si Daniel Noboa es reelecto, le conviene que el bloque 6 esté aportando más hidrocarburos y renta al Estado antes de 2029.
El que Noboa se haya comprometido a presidir personalmente el directorio de Petroecuador insinúa que está al tanto de que no puede desatender el ambicioso plan de relanzar al Ecuador petrolero, en declive desde la confiscación de Occidental en 2006 y en cuidados intensivos desde la mañosa consulta montada por la Corte Constitucional que extingue la producción de los campos ITT.
Retorna la actividad petrolera al golfo.
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