Nicaragua confirmó el fallecimiento de Carlos Mauricio Funes, expresidente de El Salvador, quien vivió en ese país como prófugo de la justicia salvadoreña desde 2016. Funes murió la noche del 21 de enero de 2025, a las 21:35 horas locales (03:45 GMT), debido a una grave dolencia crónica.

Funes, quien fue condenado a 14 años de prisión en El Salvador en 2024 por delitos relacionados con una tregua entre pandillas durante su mandato (2009-2014), se refugió en Nicaragua tras dejar el poder. La administración de Daniel Ortega le otorgó protección, incluida la nacionalización de él y su familia en 2019, impidiendo su extradición. Durante su estancia en Nicaragua, Funes y su familia recibieron salarios del gobierno nicaragüense, con cifras que superaban los miles de dólares mensuales.

Funes, periodista de formación, ascendió al poder en 2009 tras ser elegido candidato por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Su mandato se vio marcado por escándalos de corrupción, entre ellos el desvío de más de 292 millones de dólares hacia cuentas bancarias privadas, lo que motivó su condena. Fue el primer presidente salvadoreño en ser procesado por actos de corrupción tras dejar el cargo.

El FMLN, partido con el que Funes llegó a la presidencia, expresó su consternación y destacó su legado político y social. En su mensaje de despedida, Funes había declarado que servir a su país había sido su “mayor honor y privilegio”. El mensaje fue rápidamente eliminado de su cuenta en X (anteriormente Twitter) tras su muerte.

La justicia salvadoreña le había condenado por su implicación en una tregua pactada entre pandillas y actos de corrupción durante su presidencia, juicio que se llevó a cabo sin su presencia, tras una reforma legal que lo permitió. La decisión fue histórica, pues Funes se convirtió en el segundo presidente democrático salvadoreño en ser condenado a prisión.