Esta noche, los planetas Marte, Júpiter, Venus, Saturno, Urano y Neptuno protagonizarán un fenómeno astronómico que maravillará a observadores de todo el mundo. Aunque parece que forman una línea perfecta en el cielo, esta “alineación” es solo un efecto óptico causado por las órbitas de los planetas alrededor del Sol, todas dispuestas en el plano de la eclíptica.

¿Qué planetas podrás ver?
Venus, Marte, Júpiter y Saturno serán visibles a simple vista por su brillo característico. Marte destacará con un tono anaranjado, mientras que Venus brillará intensamente cerca del horizonte suroeste. Por su parte, Urano y Neptuno requerirán telescopios o binoculares para ser observados debido a su menor luminosidad.

¿Cuándo y cómo disfrutar del espectáculo?
El mejor momento para observar esta alineación será entre el atardecer y las 20:30, hora local. Para aprovechar al máximo la experiencia, busca un lugar alejado de la contaminación lumínica y, si puedes, apóyate en aplicaciones móviles de astronomía que te ayuden a localizar cada planeta con precisión.

La ciencia detrás del fenómeno
Según la NASA, estas alineaciones no implican que los planetas estén físicamente en línea recta en el espacio, sino que, desde nuestra perspectiva en la Tierra, parecen ordenarse en el cielo nocturno. Este evento resalta la regularidad de los movimientos orbitales y ofrece una oportunidad única para acercar el conocimiento astronómico al público general.

Una cita con el cosmos
Aunque este espectáculo será más evidente esta noche, los planetas permanecerán en posiciones similares durante algunos días, permitiendo disfrutar del evento incluso si las condiciones climáticas no son ideales hoy.

El 2025 comienza con fuerza para los amantes de la astronomía. Y, como adelanto, el próximo 28 de febrero se sumará Mercurio, logrando una alineación de siete planetas, un evento que no volverá a ocurrir hasta el año 2492.

Así que, ya sea desde un observatorio, un campo abierto o tu propio jardín, levanta la mirada y conecta con la inmensidad del universo. Estos fenómenos nos recuerdan lo pequeños y, al mismo tiempo, lo maravillosos que somos como parte del cosmos.