En el programa Vera A Su Manera, los analistas y consultores políticos Antonio Tramontana, Stephanie Macías y Alejandro Zavala ofrecieron un análisis detallado del primer bloque del debate presidencial, en el que participó el actual mandatario, Daniel Noboa, junto con otros candidatos. La discusión giró en torno al desempeño de los participantes, la efectividad del formato y su impacto en los votantes indecisos.
Según los panelistas, Daniel Noboa logró cumplir su objetivo principal: mantenerse en el nivel de preferencias alcanzado y salir del debate ileso. Stephanie Macías destacó su actitud “presidenciable”, que se reflejó en su compostura, manejo de cifras y capacidad de transmitir seguridad. “El poder no se transfiere, el poder se ejerce. Su presencia proyectó autoridad y estadismo”, comentó.
Por su parte, Antonio Tramontana consideró que, aunque Noboa expuso correctamente los logros de su gobierno, como la reducción de muertes violentas en un 15% y el funcionamiento del Plan Fénix, falló en proyectar una visión hacia el futuro. “Se limitó a justificar lo hecho en lugar de defender hacia dónde quiere llevar al país”, señaló.
Alejandro Zavala coincidió en que la estrategia de Novoa fue jugar a lo seguro, una decisión que evitó riesgos pero también limitó el impacto. “Se entrenan estos escenarios en cuartos de guerra. Probablemente, su equipo decidió que lo mejor era evitar ataques conceptuales y enfocarse en lo técnico, dejando de lado propuestas más ambiciosas”, explicó.
El formato del debate bajo la lupa
Los tres expertos coincidieron en criticar el formato del debate, calificándolo de ineficaz para promover una confrontación de ideas sustancial. Alejandro Zavala lamentó que el sistema no permita una discusión profunda de modelos de país, sino que incentive discursos superficiales y “propues-titis”. “Es una vergüenza que el formato del debate aliente titulares en lugar de debates serios sobre políticas públicas”, sentenció.
Stephanie Macías subrayó que, aunque los candidatos intentaron dirigirse a la audiencia general, fallaron al no enfocarse en los indecisos, quienes representan entre el 13% y el 15% del electorado. “Hablarle a todos es como no hablarle a nadie. Un buen estratega sabe identificar a su público objetivo y dirigirse directamente a él”, argumentó.
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