Un mes después de la desaparición de 21 pescadores a bordo del barco pesquero Patricia Lynn, las autoridades han suspendido oficialmente las tareas de búsqueda y rescate.

La embarcación zarpó el 21 de diciembre, pero al día siguiente se perdió todo contacto con ella. Aunque más tarde se encontraron utensilios y víveres en el mar que confirmaron el naufragio, aún no ha habido rastro alguno de los pescadores desaparecidos.

La Armada informó que realizó esfuerzos significativos, como el estudio del fondo marino con el buque de investigación Orión entre el 9 y el 11 de enero, en una zona ubicada a unos 62 kilómetros de Manta, donde el rastreo satelital había registrado la última ubicación del Patricia Lynn. Sin embargo, las autoridades aún no han divulgado los resultados de esta misión.

La Capitanía del puerto de Manta anunció que la búsqueda de posibles sobrevivientes pasará a formar parte de las rutinas militares, lo que significa que ya no habrá un personal dedicado exclusivamente a las labores de rescate. Ricardo Rendón, director de Espacios Acuáticos de la Capitanía de Manta, destacó que la intervención del buque Orión representó el último esfuerzo relevante para hallar a los pescadores.

Este anuncio ha desatado la indignación y frustración de las familias de los desaparecidos, que han estado esperando información durante un mes frente a la Capitanía. Las madres, esposas y otros parientes se sienten abandonados y cuestionan las autoridades. María Choez, familiar de uno de los pescadores, expresó: “¿Quieren que nosotros salgamos a buscarlos?”