Luego del asesinato de 4 jóvenes afrodescendientes habitantes del guayaquileño barrio Las Malvinas, el año anterior, lo que a todos nos conmocionó y trascendió a nivel internacional, principalmente por la inicial participación en ese doloroso hecho de 16 militares de la FAE, todos los ecuatorianos preguntémonos: Ahora ¿Quién podrá defendernos?
Es que tan doloroso evento se contaminó con la malvada intervención de opositores políticos al actual gobierno y varios oportunistas que “pescando a río revuelto” culpan al Estado, es decir a todos nosotros mismo, calificando el hecho de Lesa Humanidad, sin esperar el resultado de las debidas legales investigaciones por las confusas circunstancias que rodean el triste y doloroso suceso.
La pregunta surge porque esos 16 soldados no salieron de su base a capturar a nadie, sino en custodia y apoyo a la Aduana sobre un traslado de mercancía cuestionada; siendo al retorno de su misión que auxiliaron -como todos tenemos la obligación de hacerlo y más las fuerzas policiales y militares- a una dama que estaba siendo asaltada en las afueras de un centro comercial de esa área; es decir, cumplieron con un elemental deber humanitario.
Desde ahí, por ser soldados y no abogados, cometieron errores de forma, como fue el no entregarlos a la Policía más inmediata. Luego, un árbol caído que interrumpió su desplazamiento, se conoce, hizo que los jóvenes y los soldados juntos lo retiraran -lo que especulo- quizás hasta confraternizando, y eso abonó a la liberación de los detenidos. Posteriormente, la comunicación telefónica de uno de los jóvenes con su padre, lo mismo que éste con el propietario del teléfono, dan real fe de la vida de los jóvenes; ocurriendo desde ese momento la delictiva intervención de otras personas, hasta llegar a la cremación de los 4 cadáveres. Horrendo crimen que todos deseamos sea dilucidado y castigados sus autores con todo el rigor posible.
Lo precedente y la prisión de los 16 militares con la inicial total culpabilidad atribuida a ellos, hace que todos nos preguntemos sobre la defensa del Estado hacia nosotros, los ciudadanos comunes y corrientes. Es que menciono una caricatura del genial BONIL en “El Universo”, donde el jefe de un grupo policial, en plena actuación, para actuar correctamente, busca en los bolsillos de un policía subalterno y le pregunta: ¿Y dónde está la Constitución? Posiblemente para ese momento consultarla y no correr la suerte de los 16 militares de la FAE inculpados y ahora en prisión.
A más de la irreparable pérdida de los jóvenes asesinados, todos en este país hemos perdido mucho la tranquilidad y seguridad necesarias para el constructivo desenvolvimiento de nuestras actividades; porque, ¿Con que seguridad y respaldo legal e institucional pueden actuar las fuerzas públicas que están obligadas a cuidarnos contra el ataque de la creciente delincuencia? Agregando la noticia diaria de la captura y prisión de autoridades del poder judicial, desde hace rato contaminado por fuerzas políticas/delincuenciales que aúpan la infiltración del crimen organizado en esos altos niveles. Es importante lo que cada quien medite y se responda a las interrogantes de esta nota.
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