El que hace la norma tiene el mercado

Ene 18, 2025

Por Luis Antonio Guijarro

Cualquier proyecto de ingeniería civil modifica su entorno física y socialmente, esto no se limita tan solo al resultado del mismo sea como una casa, una presa, una autopista o la instalación de un tanque prefabricado pequeño de agua sino también de los materiales y equipos empleados en su construcción.

En la actualidad, en todos los países con un marco regulatorio de protección al consumidor, para que un objeto cualquiera pueda acceder al mercado es necesario acreditar que fue producido observando normas de producción y calidad mínimos. El empleo de normas y estándares ofrece múltiples beneficios tanto para las empresas como para los consumidores.

Para las empresas, las normas facilitan la interoperabilidad y compatibilidad de productos, reducen costos de producción y aumentan la eficiencia operativa. Para los consumidores, garantizan la calidad y seguridad de los productos, fomentando especialmente la confianza en el producto. Esto es primordial cuando se pretende acceder a cualquier mercado sea este local, regional, y, aún más importante, si se aspira entrar a mercados transfronterizos y hay que someterse a las licencias respectivas.

En un mercado globalizado, las normas de producción, de gestión de control de la calidad, de protección del medio ambiente, de observación de salvaguardas sociales, de seguridad y salud en el trabajo, etc, juegan un papel crucial en la competencia entre empresas. Las compañías que adoptan y cumplen con estándares internacionales pueden acceder a nuevos mercados y competir en igualdad de condiciones. Estas normas son desarrolladas por organizaciones internacionales, nacionales y sectoriales, como la Organización Internacional de Normalización (ISO), el Comité Europeo de Normalización (CEN), el Instituto Alemán de Normalización (DIN), entre otros.

El proceso de estandarización internacional de normas está a cargo de la ISO e involucra 5 etapas que van desde la propuesta de una nueva norma en un campo definido hasta su publicación a nivel internacional. Para ello se forman un comité técnico (CT) y subcomité técnico (SCT) que proponen grupos de trabajo que son los encargados de elaborar la documentación que luego se somete a escrutinio y votación. El financiamiento para la elaboración de normas internacionales proviene de diversas fuentes, incluyendo la misma ISO y la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC) mediante las cuotas de membresía pagadas por los países miembros, mediante gobiernos que financian la participación de sus representantes en los comités técnicos y en el desarrollo de normas como el DIN, empresas industriales privadas, y organismos internacionales, como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las empresas de ciertos países tienen una influencia significativa en la elaboración de normas y estándares industriales. Históricamente, Estados Unidos, Europa Occidental (especialmente Alemania y el Reino Unido) y Japón han liderado el desarrollo de estándares internacionales. Estas naciones, han presidido la mayoría de los comités de normas internacionales y han dirigido la elaboración de normas mediante el establecimiento de agendas y el conocimiento de las empresas nacionales y las instituciones científicas.

Desde que China empezó a entrar en la economía mundial, particularmente desde mediados de los años 2000, asumió la normativa internacional para transformarse en la fábrica mundial de toda clase de productos de todos los países industrializados y acceder a mercados antes vetados al gigante asiático. En los últimos años, China ha incrementado aún más su influencia mediante participación en los comités técnicos, como consecuencia de haber adoptado la normalización como una estrategia estatal con los planes “Made in China 2025”, “China Standards 2035” y el megaproyecto de la Ruta de la Seda.

Si bien la infraestructura técnica y los institutos de normalización siguen en manos de los países mencionados previamente, China pretende librarse del control normativo y de los mercados creando tecnología de vanguardia que relegue a los EE.UU. y países occidentales. Con esta visión ha llegado a acuerdos con 52 naciones y regiones para la aceptación de la normativa china, que están relacionados con la Ruta de Seda. China ha comprendido la frase de Werner von Siemens en el siglo 19: “El que hace la norma, tiene el mercado”

Por el contrario, en Ecuador estamos discutiendo sobre la constitucionalidad del accionar de un presidente candidato. ¡No somos potencia porque no queremos!



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