La campaña electoral ha iniciado para las elecciones presidenciales y de asambleístas del 9 de febrero del 2025. Los 16 binomios presidenciales tienen propuestas para los principales problemas y de mayor preocupación para los ecuatorianos, según las encuestas: inseguridad, desempleo, crisis económica y corrupción.

La inseguridad es primera amenaza en Ecuador e incide en el bienestar y desarrollo de la población. Una población que centra sus esperanzas en las soluciones que proponen los presidenciales, que van desde el plan Fénix del Gobierno a un plan plomo; del plan escudo de fronteras al plan de control marítimo; de un escuadrón de pacificación al control de cárceles; del aumento de policías a la capacitación y fortalecimiento a las fuerzas de seguridad; del fortalecimiento de la UAFE a mejorar el control de puertos mediante la militarización; de las fuerzas militares internacionales, entre otras.

Es decir, cada binomio tiene estos planteamientos que no aterrizan en algo serio ni brindan una solución integral a las amenazas y riesgos de la inseguridad tanto de la población y del Estado. Son propuestas y estrategias solo reactivas a corto plazo y con una inmensa inversión presupuestaria y que no terminarán con el grave problema que azota a Ecuador.

La inseguridad necesita una solución permanente y esta debe empezar con la restructuración del sistema de Seguridad del Estado y de la Función Judicial, porque sin ello todos los esfuerzos para combatir a las mafias en sus delitos y en la violencia serán inservibles debido a la penetración e influencia de los Grupos de Delincuencia Organizada.

Para esto, se debe elaborar una Plan de Seguridad Integral y la Estrategia de Seguridad Nacional con un ente rector superior en Estado que coordine las acciones interministeriales y sectoriales para que su aplicación sea efectiva. También es indispensable la asistencia internacional de la Organización de Naciones Unidas para depurar y reestructurar el sistema de Justicia del Ecuador.

En el Plan Integral y en la Estrategia Nacional deben considerarse una reestructuración y fortalecimiento del Sistema de Inteligencia y Contrainteligencia Nacional y sus subsistemas; el fortalecimiento y modernización de la unidad de Análisis Financiero (UAFE); la reestructuración del Servicio de Rentas Internas (SRI), en cual las Aduanas de Ecuador sean parte de este organismo; el fortalecimiento de las fuerzas de seguridad del Estado; y mejorar la cooperación internacional con acuerdos que sen efectivos para obtener recursos, capacitación, medios logísticos y tecnologías aplicables en estas actividades.

Solo cerrando las llaves que abastecen de drogas, armas, logística, gatilleros, dinero, escondites, fallos judiciales favorables y encerrando en las cárceles bien contraladas por el Gobierno y con penas no susceptibles a rebajas, podremos ver resultados a mediano y largo plazo. Pero esto no es todo, el tejido social queda muy quebrantado y es indispensable diseñar planes y programas con actividades que permitan mejorar los niveles de vida y bienestar de la población vulnerable.

Por eso, percibo en las propuestas de los binomios presidenciales y candidatos a la Asamblea Nacional son un baratillo de ofertas. Su propósito es demostrar quién tiene la mano más fuerte para combatir la inseguridad, sin tener en cuenta, que esta problemática es muy grave y tiene muchas aristas y componentes que no se pueden solucionar solo con el plomo. Esas propuestas requieren una planificación seria y factible para ejecutarlas, partiendo de escenarios reales y con cifras de la criminalidad, la violencia y el impacto social y económico para nuestro país.

Esperaba realmente mejores propuestas más técnicas y menos políticas, pero lo que cuenta para los candidatos son obtener votos a como dé lugar tratando de vender soluciones muy trilladas pero que no nos permiten visualizar una solución definitiva.