En un giro político histórico para Corea del Sur, el suspendido presidente Yoon Suk-yeol fue arrestado este miércoles después de horas de tensión en los alrededores de su residencia. Es el primer presidente en la historia del país asiático en ser detenido durante su mandato.

La operación, que se extendió por casi seis horas, enfrentó la resistencia de más de mil agentes, quienes tuvieron que sortear barricadas y superar la oposición tanto de los seguidores como de los detractores de Yoon.

El arresto no fue sencillo: los agentes tuvieron que emplear escaleras y cortadores de alambre en temperaturas gélidas para llegar hasta el mandatario, que había intentado evitar su captura en el primer intento el 3 de enero, reseña la BBC.

Yoon, destituido por el Parlamento el 14 de diciembre tras declarar brevemente la ley marcial, había permanecido en su residencia, rodeado de su equipo de seguridad y de una multitud de partidarios.

Su arresto genera una creciente polarización política en Corea del Sur, con seguidores que aseguran que la detención es injusta y opositores que celebran lo que consideran una victoria de la justicia.

Yoon se defiende: “Es una investigación ilegal”

Tras su arresto, Yoon emitió un video en el que se defendió, afirmando que cooperaba con la investigación, aunque considera que se trata de una “investigación ilegal”.

En medio de este caos político, el país está siendo dirigido por el ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, quien ejerce como presidente interino, mientras que el destino de Yoon sigue en manos de la Corte Constitucional, que debe confirmar su destitución.

Yoon, un exfiscal que asumió la presidencia en 2022, vio cómo su mandato se desplomaba a causa de varios escándalos políticos y su fallido intento de aplicar la ley marcial.

La decisión, que según él fue tomada por amenazas “antiestatales” y de Corea del Norte, terminó por sumir al país en una crisis interna que aceleró su destitución y la posterior investigación penal.

Ahora, Corea del Sur enfrenta la incertidumbre sobre su futuro político, mientras la figura de Yoon sigue siendo objeto de profundas divisiones.