Mediadores internacionales anunciaron el miércoles un acuerdo de cese al fuego entre Israel y Hamás, poniendo fin a 15 meses de enfrentamientos en la Franja de Gaza, que dejaron miles de muertos y desplazados. Este pacto podría ser el primer paso hacia el fin de uno de los conflictos más devastadores en la región.
El acuerdo incluye la liberación gradual de decenas de rehenes retenidos por Hamás, así como la excarcelación de cientos de prisioneros palestinos en Israel. También se permitirá el regreso de desplazados a Gaza y la entrada de ayuda humanitaria a un territorio severamente afectado.
El pacto inicial establece un alto al fuego de seis semanas, durante las cuales se liberarán 33 rehenes de los cerca de 100 capturados por Hamás desde octubre de 2023. Sin embargo, no se ha confirmado si todos los cautivos siguen con vida.
Por otro lado, aún no hay claridad sobre el número de desplazados palestinos que podrán regresar ni sobre el futuro de las tropas israelíes en Gaza, una demanda central de Hamás para liberar al resto de los rehenes.
Reacciones internacionales
El presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi celebró el acuerdo, destacando la importancia de acelerar la entrega de ayuda humanitaria y trabajar hacia una solución de dos Estados. Por su parte, el presidente israelí Isaac Herzog pidió al Gobierno que apruebe el acuerdo, calificándolo como un paso moral y humano para el retorno de los rehenes.
La ONU también expresó alivio por el cese al fuego, subrayando la necesidad de mantener el acuerdo para evitar más sufrimiento.
Mientras tanto, mediadores en Egipto supervisarán la implementación del pacto, con mecanismos para garantizar su cumplimiento y abordar posibles problemas en el proceso.
Con este acuerdo, ambas partes dan un paso hacia el alivio de la crisis humanitaria y la posibilidad de negociaciones que podrían cambiar el curso del conflicto.
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