Ecuador subsidia electricidad para Colombia y paga tres veces más

Ene 15, 2025

Durante la crisis eléctrica de 2024, Ecuador compró electricidad a Colombia a un costo de entre $0,26 y $0,31 por kilovatio hora (kWh), muy por encima del precio de venta que ofreció a ese país el año anterior, que osciló entre $0,04 y $0,09 por kWh. Esta diferencia de precios evidencia un desbalance que ha generado cuestionamientos sobre la gestión del sector eléctrico en Ecuador.

Entre enero y noviembre de 2024, Ecuador gastó $267,4 millones en la compra de electricidad colombiana. En contraste, las exportaciones de Ecuador a Colombia en ese mismo período sumaron apenas $2,4 millones, al vender 45,12 GWh a un precio promedio significativamente menor.

En los meses más críticos de la crisis, como abril, septiembre y noviembre, cuando los apagones afectaron gravemente al país, Ecuador recurrió a la electricidad importada de Colombia. Sin embargo, la situación se agravó cuando el vecino país suspendió las ventas desde finales de septiembre hasta mediados de noviembre debido a una reducción en sus reservas hídricas.

¿Por qué esta disparidad de precios?

Expertos como Jorge Luis Hidalgo, gerente de GreenPower Internacional, destacan que Ecuador no incluye amortización de inversiones en el precio de su electricidad, lo que resulta en tarifas subsidiadas tanto para el consumo interno como para las exportaciones. En cambio, Colombia cobra sus precios sin subsidios, lo que llevó a que Ecuador pagara hasta tres veces más por la energía importada.

Otro factor señalado es que Ecuador vendió electricidad generada en plantas térmicas costosas, como Termogas Machala, pero mantuvo precios subsidiados en las exportaciones, mientras que Colombia vendió su propia energía térmica a precios más altos y sin subsidios.

Críticas a la gestión energética

Darío Dávalos, investigador en temas energéticos, y otros expertos han señalado que esta situación refleja problemas estructurales en el sector eléctrico ecuatoriano. Entre las principales fallas identificadas están los subsidios excesivos, la corrupción y la falta de políticas que garanticen precios competitivos.

Hidalgo concluye que, en esencia, Ecuador está financiando la construcción de infraestructura eléctrica en Colombia a través de la compra de electricidad cara mientras vende su propia energía a precios irrisorios.

La necesidad de reformas

Este escenario pone de manifiesto la urgencia de implementar reformas en el sector eléctrico ecuatoriano para eliminar subsidios ineficientes, mejorar la gestión de recursos y garantizar que las exportaciones sean rentables. De no hacerlo, el país continuará cargando con el alto costo de su propia ineficiencia.



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