En enero todos nos ponemos nuevos propósitos, metas y retos. Usualmente, tienen relación con nuestros deseos y sueños más personales. El 2024 fue complejo a nivel país, para todos, pasamos por la peor crisis energética en décadas, un Estado continuo de violencia, falta de seguridad, presencia de grupos delictivos y narcotráfico, además, polarización política, esa es nuestra realidad actual. En ese sentido, quizá no todos regresamos a ver otro aspecto que está siendo amenazado y peligra en el país, nuestra mayor riqueza, el ambiente, nuestra naturaleza.

Ecuador es un país reconocido por sus maravillas naturales, por la biodiversidad, por tener montañas, nieve, páramo, manglares, selva amazónica, bosques de todos los tipos, playas, desiertos y el archipiélago de las Galápagos, patrimonio nacional y de la humanidad. Todas estas maravillas nos hacen sentir orgullosos y atraen turismo alrededor del mundo, sin embargo, en los últimos años somos testigos silenciosos de su descuido y deterioro paulatino. Con autoridades negligentes, sin control ni voz, ciudadanos indiferentes, y pocos activistas que levantan su voz, pero no es suficiente, estamos perdiendo la batalla. ¿Cuándo logramos algo? Cuando más voces se unen.

Lastimosamente, se unen o se han unido en los últimos tiempos más voces solo cuando les duele o impactan imágenes en redes sociales de casos ya extremos, o cuando estamos ante la reacción a hechos que pudieron y debieron prevenirse, como la foto de un sonriente comunero con un cóndor, o la tala de los últimos manglares, o la destrucción de ríos por le minería ilegal (con maquinaria pesada de autoridades), o las construcciones en quebradas con autorización (de locos), o las playas en las islas Galápagos con mucha gente y parlantes a todo volumen dónde participan desde su gente hasta las autoridades. Solo, entonces, reaccionamos, cuando ya hay un daño ambiental y no vemos gestión de las autoridades.

Hoy, quiero invitarles a sumar en sus propósitos para este 2025 su aportación en esta lucha, activarse a cuidar nuestra mayor riqueza, podemos hacerlo desde nuestro pequeño espacio, consumiendo menos desechables, reciclando, ahorrando agua y energía. También difundiendo casos para que no pierdan fuerza, les pido un Ecuador más ambiental, más unido en un propósito que nos mueva, porque en lo demás a ratos se siente perdido.