En un ambiente de alta tensión política y protestas a nivel nacional, Nicolás Maduro asumió este viernes un tercer mandato presidencial en Venezuela, en medio de fuertes cuestionamientos de fraude electoral. El acto, celebrado ante instituciones leales al régimen, ha sido calificado de ilegítimo tanto por la oposición como por gran parte de la comunidad internacional, que reconoce a Edmundo González Urrutia como el legítimo presidente electo.
La comunidad internacional ha reaccionado contundentemente. El Reino Unido y la Unión Europea anunciaron nuevas sanciones contra funcionarios clave del régimen, mientras que Estados Unidos incrementó las recompensas por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro y su círculo cercano, en un intento por intensificar la presión contra lo que describen como una dictadura represiva.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, señaló que “el pueblo venezolano y el mundo saben que Nicolás Maduro perdió claramente las elecciones de 2024”. Por su parte, la UE reiteró que Maduro carece de legitimidad democrática, destacando que las autoridades no han publicado actas oficiales que respalden los resultados anunciados, lo que imposibilita reconocerlos como reflejo de la voluntad popular.
En Venezuela, la oposición, liderada por la Plataforma Unitaria Democrática, hizo un llamado a la resistencia activa para restaurar el respeto a la Constitución y a la democracia. Edmundo González Urrutia, quien se encuentra de gira por América, prometió regresar al país para asumir formalmente el liderazgo del Ejecutivo y enfrentar la crisis política.
Mientras tanto, el régimen de Maduro intensificó sus medidas de control. Además del despliegue militar en puntos estratégicos, ordenó el cierre de la frontera con Colombia y la suspensión de vuelos entre ambos países bajo el argumento de “conspiraciones internacionales”.
El aislamiento del régimen de Maduro se evidenció también en la ceremonia de juramentación, a la que asistieron únicamente líderes aliados como Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega, mientras otros gobiernos de la región, como Perú e Italia, expresaron su rechazo al acto y su apoyo a la transición democrática en Venezuela.
La situación en Venezuela continúa atrayendo la atención global, mientras las sanciones, la presión diplomática y las manifestaciones internas prometen seguir marcando la pauta en los próximos días.
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