Iván Saquicela, candidato presidencial por el movimiento Democracia Sí, llega a la entrevista de El punto es con 30 minutos de retraso debido a un vuelo retrasado desde su natal Cuenca. Vestido con un traje oscuro, camisa blanca y medias a rayas, el ex presidente de la Corte Nacional de Justicia se muestra algo desconcertado al inicio, acompañado de dos policías que permanecen absortos en sus teléfonos mientras él se acomoda para responder las preguntas de Martina Vera, la presentadora del programa.

Durante los primeros minutos, Saquicela menciona al correísmo y a Rafael Correa en repetidas ocasiones, un tema que marca su trayectoria política. Fue miembro del tribunal que condenó al exmandatario en el caso Sobornos 2012-2016, relacionado con el financiamiento ilícito de campañas del movimiento Alianza País. Desde entonces, Saquicela ha sido visto como uno de los principales opositores de Correa, una figura que divide opiniones en Ecuador por su legado de gasto público, avances sociales temporales, acusaciones de corrupción y concentración de poder.

La entrevista inicia con un tono relajado, hablando de gustos musicales. Saquicela saca su teléfono y comparte su cuenta de Spotify, donde suena una canción de Romeo Santos, mencionando que disfruta de una variedad de géneros. Sin embargo, la conversación pronto se torna más personal cuando Martina Vera le pregunta sobre su madre, quien falleció en 2022, un periodo difícil marcado por su suspensión de la Corte Nacional de Justicia. Visiblemente emocionado, Saquicela habla brevemente del tema, pero rápidamente regresa al terreno político.

“Fue una suspensión injusta”, afirma, desviando la conversación hacia los conflictos que enfrentó en esa etapa. Menciona nombres como Wilman Terán, expresidente del Consejo de la Judicatura, y otros actores políticos que considera responsables de lo que califica como persecución en su contra. “Le doy los datos”, dice con determinación mientras enumera episodios en los que, según él, su integridad profesional lo convirtió en blanco de ataques.

A lo largo de la entrevista, Saquicela mezcla momentos de vulnerabilidad con un enfoque constante en sus batallas políticas, marcando un retrato complejo de un candidato que busca consolidarse en el panorama político ecuatoriano.