El Consejo Nacional Electoral (CNE) definió este 10 de enero de 2025 a los periodistas Denisse Molina y Fabricio Vela como moderadores del debate presidencial obligatorio, previsto para el 19 de enero. La selección fue realizada a partir de una terna enviada por el Comité Nacional de Debates.

El evento tendrá un costo total de $235.000 para las dos rondas electorales, cifra superior a los $175.980 destinados a los debates de las elecciones anticipadas de 2023, que también fueron organizados en colaboración con la Empresa Pública de Medios Ecuador TV.

Cambios en el formato del debate
La consejera Elena Nájera destacó que, a diferencia de debates anteriores, los moderadores no formularán preguntas específicas. Serán los propios candidatos quienes las planteen, como muestra de su capacidad de análisis y pensamiento crítico.

Nájera instó a los moderadores a desempeñarse de manera imparcial y objetiva, considerando la polarización que atraviesa el país. “Ustedes trasladarán las inquietudes de la ciudadanía, recogidas por el Comité Nacional de Debates”, indicó.

Desafíos del debate
La consejera advirtió que el formato actual, con dos bloques de ocho candidatos en una jornada de tres horas, podría dificultar una deliberación profunda, erosionando la calidad del intercambio. “Esto será una vía directa al aburrimiento”, señaló, agregando que el éxito del debate no depende únicamente de la inversión o del desempeño de los candidatos frente a las cámaras.

“Un buen debate requiere un formato amigable y una metodología que permita a los aspirantes expresarse cómodamente, sin limitarse a posturas guionadas”, enfatizó Nájera.

Preguntas temáticas bajo supervisión notarial
Según lo establecido en el Manual de Debates Electorales 2025, los moderadores recibirán las preguntas generales correspondientes a los tres ejes temáticos del debate al menos dos horas antes del inicio de la transmisión, en presencia de un notario público. Nájera solicitó que la designación del notario se realice mediante sorteo, a través del Consejo de la Judicatura, para evitar favoritismos.

El debate presidencial será transmitido en vivo y busca convertirse en una plataforma clave para que los ciudadanos evalúen las propuestas de los aspirantes a la presidencia.