En su discurso de inicio de año ante los embajadores acreditados en la Santa Sede, el papa Francisco instó este jueves al respeto de los derechos de todos los venezolanos, incluidos los detenidos en los últimos meses.

A pesar de estar resfriado y delegar la lectura de su mensaje, el pontífice subrayó la necesidad de superar la grave crisis política del país con base en los valores de la verdad, justicia y libertad.

Francisco expresó su deseo de que inicien negociaciones “de buena fe” dirigidas al bien común de Venezuela, condenando cualquier tipo de violencia y pidiendo respeto a la dignidad y derechos de las personas afectadas por la situación.

Mientras tanto, en Caracas, la oposición venezolana, liderada por María Corina Machado, organiza una jornada de protestas contra el régimen de Nicolás Maduro, a solo días de la toma de posesión del presidente electo, Edmundo González Urrutia.

La movilización, catalogada como un “día histórico” por Machado, enfrenta un fuerte despliegue de seguridad y una contramanifestación del chavismo.

El papa también se refirió a la crisis en Nicaragua, haciendo un llamado a garantizar la libertad religiosa y los derechos fundamentales, frente a las medidas represivas contra la Iglesia en ese país.

Además, mencionó la compleja situación política y social de Bolivia y los conflictos prolongados en Colombia, expresando su esperanza de que estos sean superados con la colaboración de todas las partes involucradas.

El mensaje del pontífice reafirma su compromiso con la defensa de la paz, los derechos humanos y la búsqueda de soluciones dialogadas a las crisis políticas en América Latina.