El expresidente uruguayo José Mujica, conocido mundialmente como “Pepe”, anunció en una emotiva entrevista que el cáncer de esófago que lo afectó inicialmente se ha extendido a su hígado, confirmando que no se someterá a más tratamientos debido a su avanzada edad y problemas de salud.

“Estoy condenado, hermano. Hasta acá llegué”, expresó entre lágrimas, acompañado por su esposa, Lucía Topolansky, en su hogar de Rincón del Cerro. Mujica, quien cumplirá 90 años en unos meses, detalló que su única petición a los médicos es evitar el sufrimiento.

En su despedida pública, Mujica reflexionó sobre su legado y agradeció a los uruguayos: “Lo que quiero es despedirme de mis compatriotas. Aprendamos que el fundamento de la democracia es el respeto a los que piensan distinto. Le doy un abrazo a todos”.

Pese a su delicado estado, el exmandatario continúa recorriendo su chacra a diario en su tractor, organizando todo para las generaciones venideras. Su deseo es ser enterrado en su terreno, junto a su querida perra Manuela.

Mujica, un ícono político y humano, deja un legado de humildad, compromiso social y una vida dedicada al servicio público, que hoy enfrenta su capítulo final con dignidad y gratitud.