El Secretario General de la ONU, António Guterres, expresó su preocupación por la situación en Venezuela y pidió que no haya más represión en los días venideros, especialmente esta semana, a raíz de las crecientes protestas opositoras en el país.

La situación se intensifica ante la inminente investidura de Nicolás Maduro, prevista para este viernes, a pesar de las acusaciones de fraude electoral por parte de la oposición, encabezada por Edmundo González Urrutia, quien afirma ser el legítimo ganador de las elecciones de julio pasado.

El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, informó que Guterres sigue de cerca los informes sobre violaciones de derechos humanos en Venezuela, incluidas las detenciones de figuras opositoras y defensores de derechos humanos. La organización expresó su inquietud por las detenciones forzadas, como las denunciadas por Vente Venezuela, que reportó la captura de seis dirigentes opositores.

En cuanto al reconocimiento de la legitimidad del gobierno, la ONU precisó que no tiene mandato para certificar la validez de los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela. No obstante, Dujarric reiteró que el secretario general había solicitado un recuento completo de las actas electorales, lo cual nunca fue realizado por las autoridades venezolanas.

Por su parte, Nicolás Maduro ha intensificado la represión al ordenar la activación de una red militar denominada “Órganos de Dirección Integral” (ODIS). Esta estructura centraliza el poder político, las Fuerzas Armadas, la Milicia Nacional Bolivariana, los cuerpos policiales y grupos comunitarios (civiles) bajo el pretexto de “defender la paz” en los días previos a su investidura del 10 de enero, la cual ha sido calificada de ilegítima por la oposición.

En un acto celebrado en el Palacio de Miraflores, Maduro presentó este mecanismo como un “órgano superior” con el objetivo de garantizar la seguridad del régimen. Sin embargo, en la práctica, la creación de las ODIS parece ser un esfuerzo para consolidar el control territorial absoluto y sofocar cualquier forma de disidencia en un clima de creciente tensión política.

Las ODIS operarán en los 355 municipios del país, extendiendo una red de vigilancia y represión sin precedentes. Según Maduro, la activación de estas estructuras garantizará la “victoria ejemplar de la paz”.

Sin embargo, los opositores ven en esta medida una nueva maniobra para consolidar un régimen autoritario que ha sido duramente criticado por su manejo de la crisis política y social en el país.