El speedcubing, o resolver el cubo de Rubik a toda velocidad, ha capturado la atención de cientos de personas en todo el mundo, no solo como un desafío mental, sino como una actividad que, según científicos y expertos, puede mejorar el bienestar emocional y mental.

En un frío día de noviembre, el estadio de Coventry, en el Reino Unido, se llenó de entusiasmo por un acontecimiento poco común: el Campeonato Nacional de Speedcubing, que convocó a 500 personas, algunas provenientes de lugares tan distantes como Mongolia y Canadá. Durante tres días, se celebraron 15 pruebas en las que los participantes demostraron habilidades excepcionales, incluyendo resolver el cubo con una mano o a ciegas. James Alonso, un adolescente, se coronó campeón con una media de 6,3 segundos en la prueba más importante.

Este fenómeno, que se remonta a la década de 1980, sigue ganando popularidad. En 2023, las ventas de productos del cubo de Rubik alcanzaron los 86,6 millones de dólares, un incremento del 13,5% respecto al año anterior. Además, el speedcubing ha trascendido su faceta de pasatiempo y ahora se asocia con beneficios para la salud mental.

Según Polina Beloborodova, investigadora en la Universidad de Wisconsin-Madison, resolver el cubo activa varios factores cognitivos como la memoria, el razonamiento espacial y la coordinación motora, lo que contribuye a un estado de “fluidez”, o “flow”, donde la mente se sintoniza completamente con la actividad. Este estado no solo genera satisfacción, sino que puede tener efectos duraderos en la felicidad y el bienestar.

Además, el aspecto social de las competiciones de speedcubing también juega un papel fundamental. Participar en eventos, compartir logros y desafíos con otros entusiastas, como demuestra Jan Hammer, quien comenzó a practicar el cubo con su hija, fortalece el sentido de comunidad y contribuye a la motivación personal.

Si bien no hay evidencia concluyente de que el speedcubing retrase el deterioro cognitivo, expertos como el Dr. Adil Khan del King’s College de Londres creen que esta actividad puede mejorar la salud mental y proporcionar un sentido de propósito a quienes la practican de forma regular.

En resumen, el speedcubing no solo es una competencia de velocidad, sino también un pasatiempo que fomenta la conexión social, el desafío mental y el bienestar emocional.