Luisiana registró este lunes 6 de enero de 2025 el primer fallecimiento relacionado con la gripe aviar en Estados Unidos. Las autoridades sanitarias del estado informaron que la víctima era una persona mayor de 65 años con diversas patologías preexistentes. Este caso representa la primera infección grave humana por el virus H5N1 detectado en el país.
El paciente, que había sido hospitalizado por una afección respiratoria, se encontraba en estado crítico desde su ingreso en diciembre de 2024, cuando se hizo pública su internación. El Departamento de Salud de Luisiana (LDH) indicó que la persona había contraído el virus tras estar expuesta a aves de corral y aves silvestres.
La investigación sobre este caso ha confirmado que, hasta ahora, no se han detectado otros casos de H5N1 ni pruebas de transmisión de persona a persona, lo que ha llevado a las autoridades a calificar el riesgo para la salud pública como bajo. Sin embargo, las personas que están en contacto frecuente con aves o animales, como trabajadores en granjas avícolas o de ganado, son consideradas de mayor riesgo.
Estados Unidos enfrenta desde hace meses una epizootia de gripe aviar, que es el equivalente a una epidemia en animales. Aunque se han reportado 66 casos de gripe aviar en humanos, la mayoría de estos han sido leves, y otros podrían haber pasado desapercibidos. El virus H5N1 que infectó al paciente fallecido presenta una mutación genética detectada en su garganta, lo que sugiere que pudo haber mutado para adaptarse al tracto respiratorio humano.
El virus H5N1, que fue identificado por primera vez en 1996, ha tenido brotes recurrentes desde 2020, y ha afectado a diversas especies de mamíferos, además de aves. Aunque muertes humanas asociadas al virus se han reportado en otros países, este caso en Estados Unidos marca un hito importante en la propagación de la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue monitoreando la situación a nivel global, mientras que las autoridades sanitarias estadounidenses aseguran que continúan tomando medidas preventivas para limitar los riesgos de contagio entre los humanos.
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