Ecuador cerró 2024 con una caída del 2% en su producción petrolera, alcanzando un promedio de 466.895 barriles diarios, el nivel más bajo desde 2020. La estatal Petroecuador, responsable del 80% de la producción nacional, registró una baja del 3%, mientras que las petroleras privadas incrementaron su producción en un 5%, lideradas por la argentina PCR.

Entre los factores que explican la caída destacan el cierre progresivo del campo ITT, la erosión regresiva del río Coca, la sequía del río Napo y retrasos en planes de inversión. A pesar de un precio promedio favorable de USD 68,5 por barril, la menor producción impidió aprovechar este beneficio.

Expertos alertan sobre la urgente necesidad de reformas integrales y la implementación de un plan estratégico que revitalice el sector, con colaboración internacional y adopción de nuevas tecnologías para optimizar la extracción y recuperar reservas.