Ismael y Josué Arroyo, dos de los cuatro menores asesinados en el caso conocido como “Las Malvinas”, eran sobrinos del exfutbolista ecuatoriano Michael Arroyo. El trágico suceso ha conmocionado al país, dejando una profunda huella en la familia y la comunidad.
El pasado viernes 3 de enero, Michael Arroyo acompañó a su hermano Luis Arroyo en el sepelio de Ismael, de 15 años, y Josué, de 14, quienes fueron despedidos en una caravana que recorrió desde Las Malvinas hasta el cementerio en el suburbio de Guayaquil. Ambos adolescentes compartían la pasión por el fútbol, y uno de ellos soñaba con convertirse en jugador profesional.
Detalles del caso
Los cuatro menores desaparecieron el 8 de diciembre de 2024, tras ser detenidos por militares de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en el sector Las Malvinas, en Guayaquil. Sus cuerpos fueron hallados incinerados el 24 de diciembre en una zona remota de Taura, en la provincia de Guayas.
Además de Ismael y Josué, las víctimas incluyen a Nehemías Arboleda, de 15 años, y Steven Medina, de 11 años. La Fiscalía General del Estado confirmó la identidad de los cuerpos el 31 de diciembre de 2024, utilizando pruebas de genética forense.
El legado de Michael Arroyo
Michael Arroyo, tío de los jóvenes asesinados, es un reconocido exfutbolista que representó a Ecuador en el Mundial de Brasil 2014. Durante su carrera, jugó en clubes como Emelec, Barcelona, Deportivo Quito, Gremio de Brasil y América de México. Más recientemente, formó parte de “La Naranja Mecánica” en la segunda división ecuatoriana hasta 2024.
El caso “Las Malvinas” ha generado indignación nacional e internacional, con llamados a una investigación exhaustiva y transparente. Entre las voces que exigen justicia se encuentra la de Estados Unidos, que ha instado a Ecuador a esclarecer los hechos.
Mientras tanto, la familia Arroyo enfrenta un duelo marcado por la pérdida y el clamor de justicia por el brutal asesinato de los menores.
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