Japón cerró las celebraciones globales del Año Nuevo al convertirse en uno de los últimos países en recibir el 2025. Mientras tanto, en otras partes del mundo, los festejos estuvieron marcados por espectáculos de fuegos artificiales, tradiciones culturales y grandes eventos.

Auckland lideró las celebraciones entre las grandes ciudades con un impresionante despliegue de fuegos artificiales lanzados desde la Sky Tower. Miles de personas se reunieron para disfrutar de un espectáculo que también incluyó un homenaje a las tribus indígenas maoríes. La ciudad vivió un ambiente lleno de entusiasmo, destacando el reconocimiento a sus raíces culturales.

Sídney volvió a consagrarse como la “capital mundial del Año Nuevo” al iluminar su bahía con nueve toneladas de fuegos artificiales. Más de un millón de personas asistieron a este icónico evento, que contó con la participación de Robbie Williams y ceremonias indígenas que rindieron tributo a los primeros habitantes de Australia.

En Japón, el Año Nuevo se vive con una mezcla de espiritualidad y celebración. Las familias realizan limpiezas en sus hogares y templos, mientras las tiendas se llenan de figuras de serpientes sonrientes, en honor al Año de la Serpiente del zodiaco asiático. Por otro lado, en Tailandia, Bangkok brilló con fuegos artificiales y conciertos, incluyendo una actuación de Lisa, integrante de Blackpink, en el lujoso centro comercial ICONSIAM.

En Corea del Sur, las festividades se redujeron debido al luto nacional tras un trágico accidente aéreo en días recientes. A pesar de ello, muchas familias conmemoraron el inicio del año en sus hogares o templos.

El primer y el último rincón en celebrar el Año Nuevo

La isla de Kiritimati, en Kiribati, fue el primer lugar habitado en dar la bienvenida al 2025, gracias a su ubicación al este de la Línea Internacional de Cambio de Fecha. En contraste, las Islas Howland y Baker, territorios deshabitados de Estados Unidos, son los últimos en cruzar al nuevo año. Entre los lugares habitados, Samoa Americana cerró las celebraciones globales, despidiendo el 2024 casi un día después que Kiribati.

El Año Nuevo se vive de manera especial en cada rincón del mundo, desde tradiciones ancestrales hasta espectáculos modernos. En esta ocasión, las festividades demostraron cómo diferentes culturas celebran la esperanza y el renacimiento que trae consigo el cambio de calendario.

Mientras tanto, el mundo se prepara para un 2025 lleno de desafíos, oportunidades y nuevos comienzos.