Las tradiciones se mezclan con la nostalgia

Dic 30, 2024

Por Diego Torres Hadathy – Corresponsal en Estados Unidos

Aracely tuvo que trabajar en Navidad. Tenía turno en la fábrica en la que es supervisora. Pidió permiso 30 minutos para poder compartir con sus hijos a través de una videollamada y verlos abrir los regalos que envió por correo.

No puede contener sus lágrimas cuando nos cuenta que solo pudo enviar un regalo para cada uno de sus tres hijos, porque en invierno las horas de trabajo se reducen y no tuvo suficiente dinero. “Los pude ver por el teléfono en la casa de mi mamá. Allí viven. Pero nada es suficiente para reemplazar sus besos, su relajo y sus abrazos”.

Pero esta no es solo la historia de esta ambateña. Casi todos los migrantes tuvieron que dejar a sus familiares más cercanos para aventurarse en este país y -como siempre ocurre en estas fechas- tienen que resignarse a la lejanía y a la soledad.

La nostalgia es lo que más se advierte en todas las conversaciones, en los rostros y en los mensajes en redes sociales. “Todavía no llega el día de la Navidad y ya estoy triste”, decía William62 en Tik Tok. “Esta será mi primer año nuevo lejos de mi familia”, afirma MarcelaV por el mismo medio.

Cecilia vino de Ecuador hace 29 años. Vive con toda su familia en Jersey City (a 15 minutos de Manhattan). Ella mantiene las tradiciones durante las fechas de fin de año y se reúne con sus hijos, primos y cuñados, que suman 28 personas. Todos ecuatorianos.

Comen tamales y arroz navideños, pavo o cerdo horneado, ensaladas con fruta y verduras, toman chocolate y bailan. Hasta consiguió que una amiga le traiga pan de Pascua, directamente desde la Mitad del Mundo.

También cientos de ecuatorianos se unen al enorme movimiento comercial que generan estas fechas. Algunos de manera informal vendiendo en las calles y tratando de evadir a las autoridades, otros con ventas por medio de redes sociales -con resultados bastante buenos- y unos pocos con sus restaurantes, cafeterías, envío de encomiendas y demás negocios de servicio o consumo, que en estas fechas se ven completamente llenos.

Miles de recién llegados intentarán que el abrazo de nuevo año sea lo más alegre posible. Los sitios de distracción ya no tienen espacios disponibles. Algunos deberán conformarse con una llamada y con sus recuerdos y otros -como Cecilia y su familia- al siguiente día comerán el calentado! (DTH)



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