En la Puerta del Sol, como el año que fue / Otra vez el champagne y las uvas y el alquitrán/ De alfombra están/ Los petardos que borran sonidos de ayer/ Y acaloran el ánimo para aceptar/ Que ya pasó uno más.

Ya saben que el último artículo del año es inspirado siempre en una canción. Estamos próximos a reunirnos con nuestros familiares o amigos, recibir un nuevo año, que significa cerrar un ciclo, hacer un recuento de lo vivido durante 12 meses y plantear sueños para los próximos.

En 1988, la banda española Mecano retrató esos sentimientos en la canción Un año más, que se convirtió en un éxito incluso vigente, por lo que Ana Torroja junto con los hermanos Nacho y José María incluso lanzaron una adaptación en italiano titulada Un anno di più. La letra, escrita por José María Cano, refleja la atmósfera de la preciosa plaza de la Puerta del Sol, en Madrid, durante las últimas horas del 31 de diciembre, donde miles de personas se reúnen para despedir el año viejo y recibir al nuevo con esperanza y alegría. La canción menciona tradiciones típicas de la Nochevieja española, como el consumo de champán y las doce uvas que se comen al ritmo de las campanadas del reloj, simbolizando los buenos deseos para los próximos doce meses

Y en el reloj de antaño, como de año en año / Cinco minutos más para la cuenta atrás/ Hacemos el balance de lo bueno y malo / Cinco minutos antes de la cuenta atrás / Marineros, soldados, solteros, casados / Amantes, andantes y alguno que otro cura despistao / Entre gritos y pitos los españolitos /Enormes, bajitos, hacemos por una vez / Algo a la vez.

Pero la canción también nos lleva a reflexión, más allá de la celebración y memoria. Un año más recuerda a aquellos que ya no están, los que nos dejaron, y lanza un mensaje de ánimo para los que siguen vivos, invitando a aprovechar el tiempo y a esperar que el futuro traiga cosas mejores, capturando la esencia de la transición de un año a otro, lleno de nostalgia, esperanza y el deseo colectivo de un mundo mejor.

A los que ya no están echaremos de menos / Y a ver si espabilamos los que estamos vivos / Y en el año que viene nos reímos.

Y en nuestro Ecuador, ¿cómo no coincidir con estos deseos luego del año tan duro que hemos vivido?; ¿cómo no desear días mejores y prosperidad a las familias?; ¿cómo no abrazar a quienes han perdido seres cercanos en este año?; ¿cómo no invocar la fe en el futuro en un año tan importante como lo será el 2025 en el que definiremos la dirección del país por los próximos cuatro años?

Que las campanadas de fin de año nos toquen el corazón y nos den más solidaridad, más unión y menos confrontación, ese es mi deseo. Y como cierra Mecano su canción:

Uno, dos, tres y cuatro, y empieza otra vez/ Que la quinta es la una y la sexta es la dos/Y así el siete es tres/ Y decimos adiós y pedimos a Dios /Que en el año que viene/ A ver si en vez de un millón /Pueden ser dos /En la Puerta del Sol.

Feliz año 2025 queridos lectores, les deseo todo lo mejor con la esperanza de días mejores.