La Comisión Ocasional conformada para el tratamiento del proyecto de reforma al artículo 5 de la Constitución de la República, referente a la prohibición de la instalación de bases militares extranjeras en territorio ecuatoriano recibió al expresidente de la Asamblea Constituyente, Alberto Acosta, que argumentaron su criterio, previo al informe para primer debate que preparará la mesa legislativa.

Acosta recordó que en 1941 ya se toleró el desembarque de tropas norteamericanas en Salinas y Baltra.

Dijo que la instalación de bases extranjeras en Ecuador no solucionarán los problemas actuales. Puso el ejemplo de Colombia con ocho bases extranjeras y en Perú, con cinco.

“La Constitución de Montecristi es la Constitución de la paz”, concluyó.

Entre tanto, Gustavo Jalk, de la Organización Internacional para el Desarrollo del Derecho, recordó el antecedente histórico del Tratado Torrijos-Carter y las razones por las cuales se suscribió un Acuerdo de los Estados Unidos de América para el empleo de la infraestructura de la base de la FAE en Manta en la lucha contra el narcotráfico.

Jalk compartió un comparativo de incautaciones de cocaína con la base de Manta y sin la base. Del 2000 al 2009, la captura promedio de droga fue de 24.4 toneladas; entre tanto, del 2007 al 2017, la captura subió a 56.5, siendo más eficiente. Igualmente se refirió a la caída de la tasa de homicidios en el tiempo de la salida de la basa de Manta.

Por lo que, más allá de las opiniones sugirió que se tome una decisión sobre la base de los datos existentes e indicadores reales.

Los comparecientes respondieron las consultas planteadas por los legisladores Rafael Dávila, Nataly Morillo, Jorge Peñafiel y Gissela Garzón.

También participó el politólogo Carlos Rodríguez Valencia, quien señaló que en ciertos casos la instalación de bases militares en territorios de varios países contienen cláusulas de inmunidad legal. Compartió la experiencia colombiana sobre este tema.