Se aproxima mi época favorita del año, Navidad, época de reunión familiar, de amigos, de las cenas, de las luces de colores y los regalos, llenos de papel, envoltura pomposa, lazos, brillos y más. Época de regocijo, reflexión y mucho consumo, y ojo ni somos anticonsumo o de esa tendencia, pero hay ganas de aportar para convertirnos en una sociedad más consciente, más conectada con la naturaleza y el ambiente que lo componemos todos.

No, no es moda, ni novelería, tampoco es un discurso político, es un hecho científico, comprobado. Estamos generando impactos ambientales negativos a gran escala, y necesitamos cambiar o mejorar algunos de nuestros hábitos como sociedad, si queremos sostener este nivel de vida para nuestros hijos, nietos y bisnietos. El mundo nos está diciendo a gritos que está llegando al límite, hay cambios climáticos extremos, sequías, incendios forestales, entre otras catástrofes.

¿Qué podemos hacer? Cada uno desde nuestro espacio podemos hacer pequeños cambios que van a sumar mucho, si nos unimos. En esta Navidad te invito a comprar regalos de emprendedores locales y pequeños, a usar envoltura reciclada. Guarda las fundas, usa papel ecológico, papel periódico o de emprendedores. Ten consciecia con uso de la energía, recién se acaban los apagones, no es necesario poner todas las luces, usen el agua de manera responsable, y por último, si aún no lo hacen, empiecen a separar sus desechos en al menos reciclables y no reciclables. Estos pequeños cambios en conjunto pueden sumar a que tengamos una verde Navidad, el ambiente necesita su regalo.

Y si te es posible comparte con quién más necesita.

¡Feliz Navidad!