En medio de una situación energética crítica, el gobierno ecuatoriano prometió que desde ahora no habrá más apagones. Pero, la presidenta del Colegio de Ingenieros Eléctricos del Litoral, Katheryn Pazos, planteó este viernes interrogantes sobre la viabilidad de esta promesa a largo plazo.

Pazos aseguró que la garantía de no más apagones depende de varios factores clave, comenzando con la capacidad de generación del país. Según la ingeniera, el Sistema Interconectado Nacional debe disponer de al menos 4.500 MW para satisfacer la demanda. Actualmente, Ecuador cuenta con 4.100 MW, gracias a una combinación de fuentes térmicas, hidroeléctricas y la importación de energía desde Colombia.

Uno de los puntos más fuertes de Ecuador en este momento son sus plantas térmicas, que generan 1.192 MW, casi el 96% de su capacidad total instalada. Sin embargo, Pazos advirtió que la dependencia de las hidroeléctricas sigue siendo crucial, ya que proporcionan hasta 2.700 MW, pero esta cifra es susceptible a variaciones debido a los estiajes cíclicos.

Por otro lado, el aporte de Colombia ha disminuido considerablemente. En lugar de los 440 MW habituales, el país vecino solo ha enviado un promedio de 131 MW en los últimos días, lo que ha aumentado la presión sobre el sistema nacional.

A pesar de la actual bonanza hidrológica, con lluvias que mejoran las reservas de agua en las hidroeléctricas, Pazos subrayó que este panorama podría cambiar en los próximos meses. Recordando que los problemas de estiaje, que suelen ocurrir entre los meses de abril y mayo, podrían poner nuevamente en jaque el sistema.

“Para tener una estabilidad real y sostenible, Ecuador debería incorporar al menos 2.800 MW adicionales para mediados de 2025”, explicó Pazos. Estos generadores térmicos adicionales son una necesidad urgente, aunque su instalación no es inmediata.