Esta mañana, Luigi Mangione compareció en un tribunal de Pensilvania para su audiencia de extradición. Acompañado por su abogado, Tom Dickey, el joven de 26 años revisó los documentos legales y aceptó ser trasladado a Nueva York, donde enfrentará cargos por el homicidio de Brian Thompson, CEO de UnitedHealthcare, y por terrorismo.

Tras renunciar a su derecho a una audiencia preliminar, Mangione fue escoltado por agentes neoyorquinos y trasladado de inmediato a Manhattan. Según las autoridades, esta decisión permitirá avanzar con el juicio en Nueva York, donde se le acusa bajo una ley antiterrorista estatal creada tras los ataques del 11 de septiembre de 2001. Esta legislación busca endurecer las penas en casos de homicidios que generen terror o busquen influir en decisiones gubernamentales.

El uso de esta ley ha generado debate, pues se aplica a un acto de violencia individual que no está relacionado con terrorismo internacional. Sin embargo, los fiscales defienden su pertinencia por el impacto del caso.

Mientras tanto, en Pensilvania, el fiscal del distrito del condado de Blair indicó que los cargos locales contra Mangione permanecerán activos, aunque están dispuestos a suspenderlos mientras avanza el proceso en Nueva York.

Mangione también ha reforzado su defensa legal con la abogada Karen Friedman Agnifilo, quien fue una alta funcionaria de la fiscalía de Manhattan antes de dedicarse al ámbito privado. Su equipo legal ha optado por no emitir declaraciones públicas sobre el caso.

El homicidio de Brian Thompson ha generado conmoción y divisiones, especialmente entre los jóvenes, pues una encuesta reciente reveló que cuatro de cada diez menores de 30 años consideran “aceptable” el acto de Mangione, lo que añade otra capa de complejidad al debate público sobre el caso.