Durante una entrevista en Teleamazonas, la viceministra de Economía, Cristina Freire, explicó los detalles del Fondo BioCorredor Amazónico, una operación que busca equilibrar el desarrollo económico con la preservación ambiental. Este proyecto fue posible gracias a un innovador canje de deuda que permitirá destinar recursos a la conservación de la Amazonía ecuatoriana.
Freire destacó que se adquirió una nueva deuda por $656 millones para retirar $527 millones en bonos globales, logrando así una reducción en el servicio de la deuda de $800 millones durante los próximos 11 años. Los ahorros generados serán invertidos en proyectos sostenibles, asegurando $460 millones para iniciativas de conservación en los próximos 17 años.
Triple objetivo: ecosistemas, ríos y comunidades
El Fondo BioCorredor Amazónico tiene un enfoque integral. Se fortalecerá la gestión de 4,6 millones de hectáreas ya conservadas y se ampliará a 2 millones adicionales. Asimismo, se protegerán kilómetros de ríos en la región amazónica, garantizando al mismo tiempo el bienestar de las comunidades ancestrales que habitan esta área, impulsando su desarrollo sostenible.
Freire mencionó que esta operación contó con el apoyo de socios estratégicos como The Nature Conservancy y el Banco de América, junto con garantías del BID y el DFC estadounidense, lo que permitió estructurar una transacción atractiva para los mercados internacionales.
Segunda gran operación de canje de deuda por naturaleza
Este proyecto sigue la línea de la operación realizada anteriormente en las Islas Galápagos. Según Freire, estas iniciativas no solo alivian la presión fiscal del país, sino que también posicionan a Ecuador como un referente en la implementación de mecanismos financieros orientados a la sostenibilidad.
La viceministra concluyó afirmando que este modelo es un ejemplo de cómo la conservación de la naturaleza puede ir de la mano del desarrollo económico, generando beneficios tangibles para la población y el medio ambiente.
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