Hugo Zambrano, quien recibió un disparo durante su aprehensión en Guayaquil, falleció el martes 17 de diciembre en una audiencia judicial. Ante las críticas y la apertura de una investigación por presunta extralimitación de la fuerza, la Policía Nacional emitió un comunicado defendiendo su actuación en el caso.

Según el comunicado policial, el operativo ocurrió la madrugada del 14 de diciembre en el Parque Samanes, un sector identificado como de alta incidencia delictiva. Durante un patrullaje, los agentes observaron a Zambrano y su esposa dentro de un vehículo y notaron una “actitud sospechosa”.

La Policía explicó que el conductor desobedeció las órdenes de detención y realizó una maniobra evasiva que, según los uniformados, puso en riesgo sus vidas. Ante esta situación, los agentes dispararon, hiriendo a Zambrano en la pierna.

Tras el incidente, la institución indicó que se le proporcionaron primeros auxilios y fue trasladado a una casa de salud, donde fue dado de alta antes de ser llevado al Centro de Aseguramiento Transitorio.

La Policía justificó el uso de la fuerza alegando que el procedimiento se ejecutó en cumplimiento de sus protocolos de seguridad. Además, aseguró que brindará todas las facilidades necesarias para las investigaciones de la Fiscalía, que busca determinar si hubo abuso en el manejo del operativo.

En su comunicado, la Policía resaltó que el procedimiento se llevó a cabo en un contexto de lucha contra delitos como secuestros y robos en la zona. Sin embargo, el abogado de la víctima cuestiona esta versión, asegurando que Zambrano y su esposa huyeron por miedo al ser interceptados.