¿La eficiencia energética es alcanzable en Ecuador?

Dic 15, 2024

Por Gabriela Fraga

Ahora que vemos cerca el posible fin de la crisis energética, espero de todo corazón que no se olviden lo que hemos vivido, lo que nos costó y nos costará en términos económicos y sociales la crisis y cómo llegamos a ella.

Por eso, hoy quiero hablarles de la eficiencia energética, eso debería ser el objetivo de país para no volver a caminar en tinieblas, literalmente.

Como siempre, empecemos por tener claro el concepto, ¿qué es la eficiencia energética? En palabras sencillas, la es la capacidad para trabajar, hacer, crear, producir, con el menor consumo de recursos energéticos posible. Eso es ser eficiente, usar menos recursos para hacer lo mismo. Eso deberíamos implementar para aportar a la crisis, ya nos quedó claro que tenemos un déficit energético y que podemos y debemos disminuir el consumo en todo ámbito, desde en el hogar, en la industria y el sector público.

Este concepto que se está poniendo de moda no es nuevo. Por ejemplo, en el país en 2019 se aprobó la Ley de Eficiencia Energética, conocida como Ley Orgánica de Eficiencia Energética (LOEE), con el objetivo de promover el uso eficiente y sostenible de los recursos energéticos en el país, ¿Cuántos de ustedes la conocen? ¿Las empresas la están implementando? Es incierto. Después de lo que vivimos es casi seguro no lo hacen. Esta ley establece auditorías a las empresas de alto consumo energético; promueve (mejor dicho exige) el cambio de tecnologías, equipos, herramientas, de gran consumo por otras de consumo más eficiente; promueve el cambio a uso de energías renovables (solar, eólica, etc.); la autogeneración de energía; y a las empresas que fabrican o importan equipos deben asegurarse de que se etiquete adecuadamente (ese semáforo que nos indica si la lavadora por ejemplo ahorra energía o es eficiente), y algunas buenas prácticas más. Es decir, no es falta de una buena ley, sino de buena voluntad, conocimiento y seguimiento. Pero, en Ecuador, su aplicación no se siente, algo que es posible y deberíamos hacer.

Si como ecuatorianos no empezamos a conciencia, desde el Estado, el sector privado y cada uno de nosotros a disminuir el consumo vamos a seguir rezando por lluvias. Les invito a revisar que tenemos en casa, en el trabajo, cómo aportamos en ese gasto energético y empezar cambios que nos permitan no volver a las tinieblas, eso es posible.



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