La construcción de una cárcel de máxima seguridad, inspirada en el modelo impulsado por Nayib Bukele en El Salvador, ha generado un fuerte rechazo en Archidona, provincia de Napo. Moradores, organizaciones indígenas y sectores sociales mantienen bloqueos de vías y un paro ciudadano que ya cumple más de una semana.

Los manifestantes han cerrado importantes rutas, como la Tena-Loreto, Tena-Ahuano y Tena-Misahuallí, mientras que el transporte interprovincial se ha visto obligado a realizar transbordos en algunos tramos. Incluso, las clases en las instituciones educativas de la localidad han sido suspendidas.

El motivo principal de la protesta es el rechazo a la construcción de la cárcel, que tiene un presupuesto de 50 millones de dólares y está programada para finalizar en 10 meses. Según los habitantes, el Gobierno no ha realizado una consulta previa ni socializado el impacto que tendrá la obra en la comunidad.

La Federación de Organizaciones Kichwas de Napo (FOIN-Napo) se ha unido a las protestas, manifestando su oposición total a cualquier construcción carcelaria en la Amazonía. Por su parte, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) ha convocado a una reunión el 13 de diciembre, en la que discutirán el rechazo a la cárcel y demandarán:

1. La suspensión inmediata del proyecto carcelario.
2. Una consulta previa con las comunidades afectadas.
3. La reorientación de los recursos hacia proyectos productivos y sociales.

El 11 de diciembre, la Asamblea Nacional aprobó un exhorto al presidente Daniel Noboa y al Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) para detener la construcción de la cárcel. En la resolución, los legisladores señalaron que el proyecto podría vulnerar los derechos humanos de los habitantes de la zona y pidieron buscar alternativas.

Los habitantes de Archidona temen que la construcción de la cárcel afecte la imagen turística de la ciudad, un sector clave para su economía. Mientras tanto, la obra continúa generando tensiones en la región.

Este sería el segundo proyecto carcelario de gran escala anunciado por el Gobierno de Daniel Noboa. La primera cárcel, denominada “El Encuentro”, se está construyendo en Santa Elena y albergará a 800 presos de máxima peligrosidad. Noboa ha defendido estas iniciativas como parte de su estrategia contra el crimen organizado, calificándolas como “hitos en la lucha contra el terrorismo y las mafias”.

La protesta en Archidona continúa con una radicalización anunciada por las organizaciones, mientras se espera una respuesta oficial por parte del Gobierno.