Con el regreso de las lluvias y bajas temperaturas, Ecuador ha registrado un aumento en los casos de enfermedades respiratorias, especialmente influenza.

Ante esta situación, el Ministerio de Salud ha puesto en marcha una campaña de vacunación para reducir los contagios y proteger a la población más vulnerable.

La influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa que afecta la nariz, la garganta y los pulmones. Los síntomas más comunes incluyen fiebre, dolor muscular y de cabeza, congestión o goteo nasal, cansancio y debilidad.

Aunque la mayoría de las personas se recupera en una o dos semanas, los grupos de riesgo, como niños, adultos mayores y personas con enfermedades preexistentes, pueden enfrentar complicaciones graves, como neumonía, meningitis, encefalitis o incluso la muerte.

Según el Ministerio de Salud, en Ecuador se ha registrado un aumento del 15% en los casos de influenza. La campaña de vacunación, que se lleva a cabo en todos los centros de salud públicos, estará disponible hasta el 28 de febrero de 2025 y está dirigida a:

• Niños de 6 a 11 meses (quienes recibirán dos dosis con un mes de intervalo)
• Adultos mayores
• Embarazadas y mujeres en puerperio que no hayan recibido la vacuna durante el embarazo
• Personas con enfermedades crónicas, inmunosupresión o discapacidad
• Personal de salud
• Personal que trabaja en centros de cuidados infantiles y sectores estratégicos
• Personas Privadas de Libertad (PPL)

El Gobierno ha invertido 13.9 millones de dólares para adquirir 5.1 millones de dosis, de las cuales 840,000 son pediátricas y 4.3 millones se destinarán a adultos.

Medidas de prevención adicionales

Aunque la vacuna ayuda a prevenir la enfermedad, no tiene una eficacia del 100%. Por lo tanto, el Ministerio de Salud recomienda seguir estas medidas preventivas:

• Lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos o usar desinfectante con alcohol.
• Evitar tocarse la cara.
• Cubrirse la boca al toser o estornudar con un pañuelo desechable o el codo, y luego lavarse las manos.
• Limpiar superficies regularmente.
• Evitar aglomeraciones y ventilar espacios cerrados.
• No tener contacto con personas enfermas. Si estás enfermo, usa mascarilla o aísla hasta recuperarte.