Sorpresa e incertidumbre generó el anuncio del Gobierno Nacional sobre un feriado extendido que abarcará desde el miércoles 1 hasta el domingo 6 de enero de 2025. En la práctica, el asueto iniciará el martes 31 de diciembre de 2024, ya que muchas empresas dedican ese día a actividades de cierre de año, como la tradicional quema de monigotes.
La medida ha generado un debate sobre su impacto en la economía, especialmente en un contexto complicado. Según el último reporte del Banco Central del Ecuador (BCE), la economía ecuatoriana registró una contracción del 2,2 % en el segundo trimestre de este año y proyecta un crecimiento económico marginal de apenas 0,9 %.
Apagones y carga tributaria complican el panorama
El país enfrenta además las consecuencias de los constantes apagones, que han llegado a extenderse hasta por 14 horas diarias, con la promesa oficial de estabilizar el sistema eléctrico antes de fin de año. A esto se suma la decisión gubernamental de mantener el impuesto al valor agregado (IVA) en el 15 %, lo que ha generado críticas por su impacto en los bolsillos de los ecuatorianos.
En este contexto, las críticas al modelo económico del actual gobierno no se han hecho esperar, con algunos calificándolo de una estrategia “keynesiana populista”.
Críticas desde diversos sectores
El analista económico Alberto Acosta Burneo expresó su desacuerdo en su cuenta de X (antes Twitter), cuestionando la lógica detrás del feriado prolongado:
“Un país afectado por apagones que frenan el trabajo y la capacidad de generar ingresos… ¿solución? Más vacaciones”.
Acosta argumentó que “día no trabajado es día sin ingresos” y llamó a priorizar la reactivación económica: “Es hora de trabajar, no de parar”.
Por su parte, el exministro Fausto Ortiz señaló preocupantes cifras fiscales. Según Ortiz, al cierre de 2023 se acumulaban atrasos por 5.563 millones de dólares, de los cuales solo se han pagado 2.545 millones, quedando pendientes 3.018 millones. Además, en 2024 se sumaron 1.255 millones más en atrasos, agravando la situación fiscal.
Un feriado polémico
La combinación de un feriado de seis días, los problemas del sistema eléctrico y una elevada carga tributaria genera dudas sobre la capacidad del país para afrontar sus desafíos económicos. Mientras algunos ven la medida como un respiro necesario para las familias, otros cuestionan su impacto en un momento donde la reactivación económica debería ser la prioridad.
Al trabajador del sector privado con seguridad no le darán vacaciones; los favorecidos son los trabajadores del sector público que tienen asegurado su sueldo trabajen a no trabajen. Doble ayuda no trabajan sin luz, no trabajan con luz