Un bombardeo ruso en la ciudad ucraniana de Zaporizhzhia, en el este de Ucrania, dejó al menos diez muertos y más de una veintena de heridos este viernes por la noche, según las autoridades locales. Ocho de las víctimas mortales se encontraban dentro de sus vehículos en el momento del ataque. Entre los heridos se reportan al menos tres niños, incluyendo un bebé de cuatro meses.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, condenó el ataque, destacando que las acciones de Rusia demuestran que sus palabras carecen de valor y que los bombardeos hablan más claro. Además, Zelensky denunció otro ataque a un edificio civil en Krivói Rog, que dejó tres muertos y al menos 16 heridos.

Mientras tanto, el Ejército ruso continúa avanzando en la región de Donetsk, donde ha tomado nuevas localidades cercanas a los bastiones ucranianos de Pokrovsk y Kurájove. Según fuentes rusas, la carretera entre Kurájove y Zaporizhzhia está prácticamente cortada, lo que limita las opciones de evacuación de los defensores ucranianos.