Los loables esfuerzos de BlackRock para rescatar Ucrania

Dic 7, 2024

Por Luis Antonio Guijarro

La corporación estadounidense BlackRock Inc.es la empresa financiera más grande del mundo. Fue fundada en 1988 con base en Nueva York y fue registrada mercantilmente bajo el rubro de prestación de servicios financieros. Vale la pena mencionar que en 2023 manejó activos por 11,5 millón de millones de dólares (11,5 000 000 000 000), operando 70 oficinas en 30 países y prestando servicios en más de 100 países con cerca de 20 mil empleados. Esta multinacional líder en gestión de riegos financieros tiene a su cargo el grupo de fondos cotizados “iShares” y es la empresa top en el sector en inversiones relacionadas a consideraciones Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG).

Para ubicarnos de quién estamos hablando, tomemos a manera de ejemplo el presupuesto nacional del Ecuador de 24 mil millones de dólares y el de Alemania, de 500 mil millones de dólares en 2023. En porcentaje, el Ecuador gestionaría un 2% y Alemania un 44% del monto de activos manejados por BlackRock.

La empresa desde hace varios años viene enfrentando fuertes críticas por sus prácticas bursátiles que están en clara contraposición con sus declaraciones públicas corporativas de identificación con los principios ASG y la promoción de la sostenibilidad; en paralelo, invierte masivamente en empresas ligadas a los combustibles fósiles o acapara los mercados immobiliarios residenciales hasta el punto de generar crisis sociales por la imposibilidad de la ciudadanía de acceder a una vivienda; también invierte en la industria de producción de armas y suma y sigue.

BlackRock posee participaciones significativas en las principales empresas militares de Estados Unidos, lo que le convierte en uno de los mayores copropietarios de Lockheed Martin, Boeing, Northrop Grumman y Raytheon. Con el actual récord de ventas de armas para Ucrania (solo en 2022 los aliados de EE.UU. compraron armas por más de 50 mil millones de dólares) estas inversiones se han ampliado a la principal empresa militar alemana Rheinmetall de la que adquirió el 5,35% de la participación en septiembre de 2023.

Evidentemente la compañía no se limita a la parte bursátil en el sector de la defensa sino que se extiende a la política, con ejecutivos de la empresa en puestos clave de la administración Biden. Como ejemplo, en agosto de 2022, Eric van Nostrand, hasta entonces director general de BlackRock, se trasladó al Departamento del Tesoro estadounidense como asesor principal para Asuntos Económicos relacionados con Rusia y Ucrania. Y últimamente BlackRock financió decididamente la campana política de los demócratas.

Coincidentalmente a finales de 2022, el multimillonario estadounidense y presidente ejecutivo de BlackRock, L. Fink, acordó con el presidente ucraniano, V. Zelensky, via teleconferencia que su empresa coordinaría “los esfuerzos de inversión necesarios para reconstruir Ucrania” rubricado en un “memorando de entendimiento”, que otorga a la mayor empresa de inversiones del mundo una gran influencia y actividades de asesoramiento “en el diseño de un marco de inversión para la reconstrucción de Ucrania”. ¡Loable!

La guerra en Ucrania representa entonces una oportunidad única de negocio para las empresas y la economía estadounidense. Uno se pregunta ¿qué interés puede tener EE.UU. y sus socios de la OTAN en que se llegue a un acuerdo de paz? Probablemente lo máximo a lo que se podría aspirar es a un armisticio. Lo que no elimina el negocio pero reduce las pérdidas de vidas humanas mientras este dure.

Todo a nombre de la democracia y los altos y sacros valores morales de los dueños del mundo. Amén.



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