Tiempo de dejar atrás la polarización

Dic 5, 2024

Por Leonardo 'Pipo' Laso

Leonardo ‘Pipo’ Laso es consultor en Comunicación Política con más de  treinta  años de experiencia en  Campañas Políticas y Comunicación  de Gobierno. Ha sido Secretario de Comunicación de la Presidencia, asesor de tres presidentes, cinco alcaldes de Quito, de ministros y gobiernos locales, así como director de campañas políticas en Ecuador y varios países de Latinoamérica.

Estratega de varios de los procesos más importantes de la historia de Quito y Ecuador: firma de la paz con Perú, estabilización de la dolarización, recuperación del Centro Histórico de Quito, entre otros. Conferencista internacional y autor del libro “La Comunicación al Poder”, editado en España y México, donde expone su visión de la comunicación en estos tiempos de sociedad líquida, centrada en la ciudadanía, el civismo y la construcción de valores. 

En el 2006 la Revolución Ciudadana, con Rafael Correa a la cabeza, revivió la lucha de clases como principio fundamental de su movimiento político, importando la franquicia que había fundado Hugo Chávez en Venezuela, en 1999; luego Néstor Kirchner y su esposa Cristina en Argentina; Luis Ignacio “Lula” da Silva en Brasil.

Les favoreció lo que se llamó el “viento de cola”, los precios sin precedentes de petróleo y commodities, nuestros productos agrícolas, lo que les permitió ser exitosos en sus gobiernos, mientras consolidaban su modelo con un sistema de propaganda que aplicaba muy bien el manual de propaganda de Goebbels.

Como herencia, además de una democracia en terapia intensiva, nos dejaron la polarización como escenario político. Van a ser ya 10 años de división y confrontación permanentes, no sólo entre los poderes públicos, sino en familias, gremios, barrios, todo el tejido social.

Esa confrontación absurda que a estas alturas parece más bien un “reality” de TV tiene a Ecuador paralizado, sin crecimiento económico, sin inversiones básicas: energía, malla vial, infraestructura, salud, educación, etc.

Esta vez, el presidente Noboa, a pesar de la incesante suma de errores, de la improvisación, de la arrogancia que le impide escuchar, plantea una elección polarizada entre él y la Revolución Ciudadana. Piensa que, pasando a segunda vuelta la mayoría, aunque sea a disgusto, se unirá a él, con el viejo cuento del cuco: “evitar que regrese el correísmo”.

Éste, a su vez, está en decadencia. La pelea entre Fander Falconí, extitular de Senplades, y Rafael Correa, por la estafa de las Escuelas del Milenio es el capítulo más reciente. La corrupción y la falta de renovación del proyecto son evidentes.

Es tiempo de dejar atrás la polarización, ahora y para siempre.

Pero Noboa quiere ocultar a los otros candidatos por las buenas o las malas.

Lo curioso es que encuentro gente formada que dice que no queda más que escoger entre los dos. ¡NO, NO, NO. Faltan dos meses!

Cada uno de nosotros tiene en su poder el voto. Cada uno decide a quién encargar la salida de la peor crisis de la que tengo memoria.

Busquen en Google, en las redes, en los medios. Miren y escuchen a los candidatos, que hacen lo que pueden en un contexto donde conseguir un dólar para campaña es tarea casi imposible: los empresarios, además de estar afectados por la crisis, no quieren pelearse con Noboa. La decapitación de JanTopic mandó un mensaje claro: prefieren guardarse, como decían los taurinos.

Claro, excepto quiénes acceden al dinero narco o proveniente de la corrupción.

Ecuatorianos: no bajen los brazos. Busquen alternativas. Es perfectamente posible elegir otra opción que no tengo duda será mejor que las dos alternativas nombradas.

Si Ecuador no supera la polarización, solo seguirá hundiéndose y pronto seremos como Haití: un Estado fallido.

La “isla de paz” será un triste recuerdo para los abuelos como yo.



1 Comentario

  1. Correcta reflexión Pipo.
    Es hora de mirar hacia adelante y dejar la polarización atrás.
    El país requiere claridad y no opacidad, especialmente en temas relacionados con seguridad interna , inversión, seguridad jurídica etc.
    En lo político, mientras esté vigente la Constitución del 2008, un CPCCS alineado al gobierno de turno, autoridades de control de bolsillo, un Código de la Democracia prostituido, nuestro país no saldrá del hueco donde está.
    Felicitaciones por tu opinión.

    Un abrazo.



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