Cada vez que se conforma una nueva Asamblea, los resultados de sus actuaciones se superan y son peores a las de sus predecesores. En estos días se han dado hechos realmente denigrantes a lo que debería ser el recinto legislativo.
El primer evento bochornoso se dio el 25 de noviembre, por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se dio una sesión de defensa personal, organizada por la asambleísta Sofía Sánchez del PSC, las imágenes mostraban como, en horario de trabajo, se contorsionaban en el piso practicando posiciones de defensa. La pregunta es ¿en que contribuye esto a su labor legislativa? La respuesta es, en nada.
El segundo evento fue protagonizado por Hernán Zapata, asambleísta de la bancada de ADN, el partido de gobierno, pero que fue electo por Gente Buena, el partido de Fernando Villavicencio, miembro de la Comisión Permanente de Educación y Cultura, y que mostró que no tiene ni educación ni cultura. El mencionado personaje organizo un evento el 28 de noviembre en homenaje a los artesanos; sin embargo, el evento termino con la presentación de un grupo de tecno cumbia, con chicas muy insinuantes y, por supuesto Zapata como primer bailarín.
La presidenta de la Asamblea, Viviana Veloz, se lavó las manos diciendo que esa presentación no fue autorizada. Al hacerse público, Zapata se disculpó y dijo que ofrecía aprender de sus errores. Como si no tuviese el suficiente criterio para saber que la Asamblea debe guardar decoro en sus actuaciones. Zapata no fue sancionado, ni por la Asamblea ni por su partido.
El tercer evento fue el 1 de diciembre, en el mismo salón tecnocumbiero, los asambleístas celebraron las fiestas de Quito y los videos que circulan en redes muestran varios de ellos disfrazados y bailando en trencito.
Realmente estos vergonzosos incidentes no parecen ser hechos aislados, sino que se han vuelto un patrón de comportamiento. Y si piensan que esto es poco, no se preocupen que la nueva Asamblea va a tener más miembros, 151, para que sigan haciendo el ridículo, aunque ese sería el problema menor, el mayor es que va a venir un grupo de legisladores carentes de preparación y valores éticos. Porque de estos eventos, no veo que ningún asambleísta haya pedido sanciones.
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