El incendio forestal en Cerro Azul, Guayaquil, ha devastado decenas de hectáreas y provocado la muerte de cientos de animales, entre ellos un tigrillo que fue hallado sin vida en la entrada de una ciudadela en la Vía a la Costa.
Ante la tragedia ambiental, los moradores del sector han exigido que se declare la zona como reserva natural para proteger su biodiversidad.
Según un informe del Cuerpo de Bomberos, las operaciones realizadas este martes lograron contener el 90 % del incendio, pese a las desfavorables condiciones climáticas. Estas labores contaron con apoyo interinstitucional de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), Aeropolicial y maquinaria pesada proporcionada por la Alcaldía de Guayaquil.
En un comunicado, la Alcaldía informó que la calidad del aire en la zona circundante al incendio se encuentra bajo control. Los niveles de contaminación, como material particulado, monóxido de carbono y dióxido de nitrógeno, están muy por debajo de los límites permitidos por la normativa nacional, lo que indica que, a pesar del impacto del incendio, no hay un riesgo inmediato para la salud de la población.
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