Una reciente ley aprobada en Australia ha encendido el debate global sobre el uso adecuado de internet y el impacto de las redes sociales en menores de edad. El país oceánico ha dado un paso histórico al prohibir a los niños menores de 16 años acceder a plataformas como Tiktok, Instagram, Facebook y X, estableciendo un precedente que invita a otras naciones a reflexionar.
El parlamento australiano aprobó esta legislación el 28 de noviembre, exigiendo a las compañías de redes sociales que bloqueen el acceso a menores de 16 años. Las plataformas que incumplan estas restricciones se enfrentarán a multas de hasta 32 millones de dólares australianos. El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, justificó la medida diciendo: “Sabemos que las redes sociales están causando daño social. Queremos que los niños tengan una infancia saludable”.
La influencia de las redes sociales en adolescentes es un tema recurrente en Ecuador, por ejemplo, una joven alumna que opinó al respecto en redes sociales, señala: “Tengo una hermana de 14 años y veo cómo las redes sociales la exponen a situaciones peligrosas. Desde tendencias con movimientos explícitos hasta perfiles de pedófilos que podrían recibir esos contenidos si no se pone el perfil en privado”. También menciona cómo las redes promueven estándares irreales de belleza que afectan la autoestima de los menores.
El psicólogo social Jonathan Haidt, autor del libro La generación ansiosa, respalda las restricciones en redes sociales para menores. Según él: “Los niños necesitan desarrollarse primero en el mundo real antes de trasladar sus vidas al mundo virtual. No queremos que crezcan en tiktok, sino jugando entre ellos”. Además, señala que las adolescentes son especialmente vulnerables, ya que la comparación social en plataformas como Instagram puede generar graves problemas de autoestima.
En Ecuador, no existe una legislación específica que prohíba a menores de edad usar redes sociales. Sin embargo, hay marcos legales destinados a proteger su seguridad digital y datos personales. A pesar de ello, muchos ciudadanos consideran que las campañas educativas gubernamentales sobre los riesgos del internet no son suficientes para mitigar el impacto negativo de las redes en la salud mental de los jóvenes.
El dilema de las prohibiciones viene y va. Aunque muchos ven la medida australiana como un modelo a seguir, algunos expertos, en cambio, advierten sobre posibles consecuencias negativas: “Prohibir las redes sociales podría limitar la capacidad de los menores para adaptarse al mundo digital, una habilidad esencial en la economía moderna”.
Sin embargo, los escépticos argumentan que muchos adolescentes encontrarán formas de eludir las restricciones, accediendo a redes sociales de manera clandestina. Por esta razón, Australia ha optado por responsabilizar a las empresas tecnológicas en lugar de cargar la responsabilidad únicamente sobre las familias.
En conclusión, la ley australiana es un paso significativo en la protección de los menores frente a los peligros de las redes sociales. Si bien tiene sus críticos, también sirve como un llamado de atención para que los gobiernos de todo el mundo consideren cómo equilibrar la libertad digital con la seguridad de los jóvenes.
¿Deberían implementarse medidas más estrictas como en Australia? ¿O es más efectivo educar a los jóvenes para un uso responsable? Te invito a compartir tu opinión: ¿Crees que Ecuador debería seguir el ejemplo australiano, o es mejor buscar otras alternativas?
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