¿Podrías adivinar la edad de una persona solo por su olor? Aunque este reto no ha sido tan popular en redes sociales, la ciencia respalda la idea de que, efectivamente, podemos discriminar la edad de alguien solo con el olfato.
El cuerpo humano emite diferentes aromas a lo largo de su vida, y estos cambios no solo responden a factores biológicos, sino que también han influido en nuestra evolución social.
En la infancia, el olor corporal es suave debido a la baja actividad de las glándulas sudoríparas y a un microbioma sencillo. Sin embargo, los padres son capaces de reconocer el aroma único de su bebé, lo que fortalece el vínculo afectivo. Esta capacidad de identificación olfativa tiene una base emocional, activando las redes neuronales de recompensa y reduciendo el estrés.
Al llegar la adolescencia, el cuerpo experimenta un cambio significativo en su olor debido a la producción de hormonas sexuales. Las glándulas sudoríparas apocrinas, localizadas en zonas como las axilas, se activan, liberando compuestos como lípidos y proteínas.
Cuando estos se descomponen al contacto con el aire y las bacterias de la piel, producen un característico olor a “humanidad”. Este aroma es más fuerte y agrio debido a la presencia de ácidos como el ácido acético, y es lo que hace que los adolescentes huelan de manera diferente a los niños.
El sentido del olfato es crucial para la interacción social. A través del olor, detectamos información sobre la edad, el sexo, la salud e incluso las emociones de las personas. Aunque la capacidad olfativa humana no es tan precisa como la de algunos animales, sigue siendo esencial en la comunicación social y en la selección de pareja.
¿Y qué pasa con el olor cuando envejecemos?
A medida que envejecemos, la piel pierde colágeno y las glándulas sudoríparas y sebáceas reducen su actividad. Esto provoca la aparición de un olor característico en las personas mayores, conocido como “olor a persona mayor”.
Este olor es resultado de la oxidación de compuestos en la piel, como el ácido palmitoleico, y es causado por el 2-nonenal, una sustancia que se percibe como grasa o hierba.
Aunque algunos lo encuentran desagradable, muchos asocian este aroma con recuerdos afectivos de abuelos y padres, lo que refuerza los lazos familiares.
Así que, la próxima vez que estés cerca de alguien, podrías intentar adivinar su edad… ¡tal vez con un poco de ayuda de tu nariz!
0 comentarios