Luis Felipe Tillería, candidato presidencial por el partido Avanza, plantea una transformación radical del sistema político y económico del país. Su propuesta incluye “resetear” el actual modelo estatista, devolviendo a la ciudadanía el control sobre las empresas públicas y limitando el rol del Estado a cuatro funciones principales: seguridad, justicia, educación y bienestar social (seguridad social y hospitales). El resto de las actividades serían gestionadas por el sector privado.
En diálogo con Fabricio Vela para Primera Plana desde Londres, Tillería criticó el andamiaje político vigente, asegurando que la Constitución de Montecristi es el núcleo del sistema actual y lo calificó como un obstáculo para el progreso del país.
“La Constitución de Montecristi otorga los mismos derechos a un delincuente que a un ciudadano de bien. Nosotros queremos acabar con eso. El ciudadano de bien debe tener más derechos que el delincuente”, sentenció Tillería.
Como parte de su propuesta, busca redactar una nueva constitución basada en los principios de libertad, con el objetivo de orientar al Ecuador hacia el desarrollo y el primer mundo.
Ejemplo desde Londres
Tillería, quien es concejal electo en Londres, destacó que la capital británica, una de las ciudades más ricas del mundo en términos per cápita, cuenta con un sistema político más austero. Comentó que, como edil, recibe un salario equivalente a medio sueldo básico ecuatoriano. En contraste, cuestionó que en un país con altos índices de pobreza, los asambleístas ganen hasta 13 veces el salario mínimo.
“No tiene sentido que en un país pobre los políticos tengan ingresos desproporcionados. Esto se tiene que acabar”.
Recuerdo de un Ecuador próspero
Tillería recordó que Ecuador fue en el pasado un país de grandes oportunidades. Compartió la historia de su padre, un inmigrante chileno, quien llegó a Ecuador en una época en la que los ingresos en el país eran ocho veces mayores que en Chile. Sin embargo, mientras Chile prosperó y hoy es tres veces más rico que Ecuador, este último sufrió un retroceso económico y social.
“Hace 120 años, un ecuatoriano ganaba más que un italiano. ¿Qué pasó? En una generación hundieron al país, mientras otros avanzaron. Queremos que Ecuador vuelva a ser ese país de oportunidades”.
Tillería concluyó enfatizando su objetivo de recuperar el esplendor económico y social de antaño, enfocándose en un modelo que priorice la libertad, la austeridad y la igualdad de oportunidades para los ciudadanos.
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