El penalista Ramiro García no dudó en calificar el proceso del concurso de jueces como un rotundo fracaso. A su criterio, el concurso estuvo muy lejos de ser perfecto. “Desde el inicio, el reglamento fue diseñado con una perspectiva mediocre”, afirmó García, quien agregó que un concurso demasiado elaborado dificulta la transparencia en cada una de sus fases.
El especialista fue tajante al señalar que el fracaso no solo es de la administración judicial, sino de todo el sistema de justicia en Ecuador. “Este es un fracaso como país. Nos demuestra los problemas sistémicos y estructurales que arrastra el modelo de gestión del Consejo de la Judicatura”, subrayó.
García también apuntó al Consejo de la Judicatura, cuestionando su liderazgo y señalando que, en realidad, son los funcionarios de segundo orden quienes están detrás de la creación de los reglamentos y decisiones cruciales. “Los vocales no son los que deciden”, señaló con firmeza.
En otro tema, el penalista criticó las propuestas para modificar el Código de la Niñez y aumentar las penas relacionadas con delitos cometidos por menores. Para García, el problema no se resuelve endureciendo las sanciones, sino abordando las causas estructurales.
“Lo fundamental es evitar que los menores terminen delinquiendo. Eso se logra con oportunidades reales: acceso al sistema educativo, universitario y laboral”, concluyó.
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