El analista político Gabriel Hidalgo aseguró que el caso Metástasis, un escándalo que destapó las conexiones entre el narcotráfico y la política en Ecuador, comenzó a tomar fuerza desde 2008.
Según el experto, en ese periodo se intentó vender la narrativa de un proceso de pacificación de bandas y una supuesta disminución de la violencia. Sin embargo, lo que realmente sucedía era la penetración de las mafias criminales en las estructuras del Estado.
“Se dijo que Ecuador estaba disminuyendo la violencia, pero era falso. Lo que ocurría era una infección profunda de las instituciones públicas por parte del crimen organizado”, afirmó Hidalgo.
Hidalgo comparó esta situación con un cáncer que corroe las instituciones públicas, afirmando que es necesario mutilar las partes infectadas para salvar lo que aún puede recuperarse del sistema estatal.
“La sociedad, desgraciadamente, lo acepta porque se ha acostumbrado a estas opciones corruptas”, agregó el analista, apuntando a un fenómeno de normalización de la criminalidad en la política ecuatoriana.
El experto también señaló al populismo autoritario, en particular al correísmo, como uno de los fenómenos que permitió el ascenso de estas dinámicas corruptas.
No obstante, según Hidalgo, el correísmo nace de un modelo que empezó a gobernar en Ecuador antes incluso de la llegada oficial de Rafael Correa al poder, exacerbando la debilidad institucional y facilitando el avance del narcotráfico en las estructuras estatales.
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